Que la lluvia no te impida salir a pedalear

Si de verdad hay algo que tira para atrás cuando hablamos de coger la bici, para ir a trabajar, dar un paseo, entrenar, es la lluvia. Tenemos que reconocerlo, si pensamos salir y vemos que llueve, nos lo pensamos dos y tres veces. Puede hacer mucho frío que sabemos que es cuestión de abrigarnos o que acabaremos entrando en calor pedaleando.

El otro día salí a hacer unos recados y empezó a caer el típico calabobos que parece que no está lloviendo pero que acabas empapado, y pensé que hacer un artículo sobre esto era necesario, pero por no desanimar, y para dar tiempo a quien le pueda interesar a reaccionar y hacerse a la idea, tenía que esperar a que hubiera previsión de buen tiempo durante unos días. Como parece que este fin de semana va a haber sol, me he lanzado.

La idea es ofreceros unos consejos, en función del objetivo, para que visto su resultado puedas vencer esa pereza:

Lo primero la seguridad

  • Siempre, siempre, siempre, en condiciones de lluvia o niebla, hay que llevar las luces (encendidas) delantera y trasera. No hay excusas.
  • También debes llevar casco. Este tema ya lo abordaremos, hay detractores y partidarios, como todo. Unos dicen que no sirve para nada, otros dicen que no estorba y que vas más seguro. El caso es que unos y otros pueden tener razón (o no) pero en condiciones de lluvia, es posible que pierdas agarre en la rueda y acabes deslizándote al asfalto, un golpe muy chorra, no te va la vida en ello, pero sí puedes evitar algún raspón que te arruine el día
  • Muévete con más cuidado. No es el mejor momento para culebrear entre coches, acelera poco a poco, baja un poco tu velocidad habitual y frena con suavidad. Las frenadas se hacen más largas con el pavimento mojado y eso te afecta a tí tanto como al resto de vehículos que circulan por la calle. Si ellos no lo van a respetar, al menos cumple tu parte, te evitarás más de un susto.
  • Presta atención. Las rejillas de metro y otras piezas de metal, la pintura de pasos de cebra (y otros elementos pintados), hojas, restos de arena y los famosos arcoiris (los restos de aceite que supura el asfalto cuando llueve) debemos evitarlos. En condiciones de lluvia pueden ser muy deslizantes.
  • Ojo con los charcos. Si tenemos que pasarlos a la mínima velocidad, mejor, no sabemos su profundidad y pueden esconder cualquier sorpresa.
  • Desinfla un poco las ruedas. De esa manera habrá más superficie en contacto con el asfalto y te proporcionará mayor agarre. Ya los volverás a hinchar cuando se acabe el mal tiempo.

Ir al trabajo en bici cuando llueve

Aquí si que he pinchado en hueso duro. Ya no es que llegues sudando, estamos hablando de pasar el día con la ropa mojada en la oficina, si llevas mochila es más que probable (dependiendo de la lluvia) que acabe toda la ropa de repuesto mojada, papeles mojados, tu portatil… Con este panorama es normal que acabes escogiendo ir en tu coche o en transporte público, convirtiéndote en uno más de los problemas del tráfico de Madrid cuando llueve. Entonces ¿cómo solucionarlo?

  1. Hazte con un buen impermeable.
    Un impermeable que te permita incluso cubrir tu mochila y casco. Las capas no son muy estéticas pero son muy efectivas en condiciones de lluvia normales, además, el objetivo es que no te mojes, y de esta manera sólo se te mojará la cara.
    Si prefieres un impermeable de los que sólo te cubren el cuerpo, porque también lo puedes llevar para hacer «vida normal», bien, pero no te olvides de proteger la mochila. Una mochila de material impermeable, o con forro de impermeable para casos de lluvia es completamente necesaria
    También hay trajes de cuerpo completo para la lluvia, el problema es que debajo de este tipo de prendas te obligarán a llevar ropa técnica debajo o entonces no transpirarás correctamente.
  2. Usa guardabarros.
    Esto es casi obligatorio para cualquier ciclista que quiera salir con lluvia. La cantidad de agua que te ahorras en la espalda usando solo el de la rueda trasera es increible. Si además colocas el delantero y trasero en tu bici urbana, te librarás de mojarte los pies y pantorrillas además de la espalda.
  3. No permanezcas muy cerca de otros ciclistas o coches, te salpicarán todos los residuos y tus pantalones acabaran impregnados de barrillo
  4. Lleva una muda de ropa disponible en tu mochila. Precisamente la ropa no pesa mucho y es lo que más puedes agradecer si el clima se pone realmente mal.

Entrenar en bicicleta

Cuando hablo de entrenar me refiero a grupos de amigos y aficionados. Los profesionales y semi-profesionales saben perfectamente qué ropa llevar, cómo comportarse y qué hacer cuando llueve, por eso me refiero a la gente que utiliza la bicicleta como medio para mantenerse en forma.

  1. De nuevo, los guardabarros
    Si sales solo es importante, pero si vas en grupo lo es aún más. De hecho, si sois dos o tres amigos los que os juntáis para hacer un par de horas de ejercicio, todos deberíais llevar guardabarros, si no os iréis salpicando unos a otros y siempre el que vaya detrás sufrirá más.
  2. Gafas con cristal claro o amarillo.
    Las gotas de agua hacen muy incómodo mantener la vista en la carretera, y cuanto más rapido vayas peor. Partiendo de la base de que en vuestro entrenamiento buscaréis puntas de velocidad más altas que si estáis yendo a trabajar (supongo que cuando vamos a trabajar no tenemos tanta prisa), la lluvia os molestará seguro. Las gafas de cristal claro son buenas, y las típicas de cristal amarillento resaltan los claros sobre las sombras, cuando el cielo está gris son muy recomendables.
  3. Si lo tuyo es el ciclismo de carretera, evita movimientos bruscos. Las ruedas de 23 – 27 mm lisas no tienen mucho agarre en estas condiciones. También presta especial atención a arenilla en la calzada. Y si te gusta el MTB, no vayas por caminos de tierra que no conozcas. Te puedes encontrar con zonas de lodo, enterrarte y acabar teniendo que volver hasta «zona limpia» andando con la bici. También ten en cuenta las grietas que produce el agua y que puede que vistas en seco sean saltos divertidos que pasar a toda velocidad. En días de lluvia pueden haber ensanchado.

Mantenimiento

Aquí hay dos teorías, y realmente no se cuál de las dos es mejor, por eso las expongo directamente:

  1. Tener una bicicleta antigua para salir los días de lluvia
    No todo el mundo tiene el espacio suficiente para tener más de una bici, pero la idea es que todo lo que le pueda pasar, no le pasará a la bicicleta con la que sueles moverte el resto del año.
  2. Dedicarte a mantener tu bici antes y después de tus salidas con lluvia
    • Usar lubricante específico para condiciones de lluvia. En Madrid, recordad, no llueve muchos días al año, pero si queréis ponerlo antes de salir un día de lluvia,  si no, al volver de un día de lluvia, un poco (muy poco) de aceite para la cadena.
    • Cuando volváis de salir, con un trapo, dedicad 5 minutos a secar la bici, poniendo especial atención a los frenos. El barrillo residual que queda cuando se seca la bici erosiona y mucho las zapatas de los frenos, incluso la llanta (aunque aquí lo notaréis menos), y esto hará que vuestros frenos aguanten menos tiempo del habitual (dicen que hasta tres veces menos)

Salir en bici con lluvia puede llegar a ser divertido y gratificante teniendo en cuenta estos consejos y estando preparado. No hay nada más exigente que una subida con mezcla de grava y barro (sin enlodarse), y si vas con una bici de carretera la sensación de velocidad es mayor atravesando el agua de lluvia. Y lo mejor de todo es, una vez te has pegado una buena paliza volver a casa y pegarse una buena ducha en agua caliente, satisfecho por el ejercicio que has hecho.

Por eso lo primero es estar preparado mentalmente para salir con lluvia, si no estás preparado, probablemente a la media hora estarás deseando volver.

Espero que sea de ayuda!

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