Historia de las bicicletas plegables en el ejército

Si el otro día hablábamos de la Montague Tactical Paratrooper Folding Mountain Bike, hoy quería traer al blog un pedacito de historia. Y es que hemos desempolvado los blogs, y encontrado este sobre bicicletas militares y la BSA, Birmingham Small Arms, fabricante inglés de bicicletas, motos y rifles.

Parece ser que ya en aquella época se buscaba una solución más o menos portátil para la infantería, desde las primeras máquinas (al parecer fueron los italianos los que utilizaron por primera vez una bicicleta para maniobras militares, en 1875), hasta la primera bicicleta plegable, que apareció en 1898.

Cuenta la leyenda que el Capitán Gerard, fanático entusiasta del ciclismo, y visionario de su aplicación en el campo militar, diseñó esta bicicleta para cuando el terreno no era favorable. Fue por su insistencia y por las continuas pruebas a las que la bici fue sometida por lo que se consideró «buena para su uso en tiempos de guerra» y el reconocimiento al ciclismo militar llegó en 1901 cuando Gerard fue recibido en los Campos Elíseos por el mismísimo presidente. Más adelante entró en combate con 10 batallones de al menos 400 ciclistas cada uno.

Pero nada más lejos de la realidad. Lo que pasó en realidad es que un ingeniero de nombre Charles Morel fabricó el primer modelo plegable en 1892, animado por el creciente éxito de las bicicletas en la época. Por otro lado, un teniente llamado Henry Gerard, se imaginó el uso de las bicicletas plegables en el ejército y registró su patente. El problema es que esta bici fue un desastre, por lo que Henry Gerard, buscando ayuda para sacar adelante su proyecto, conoció a Charles Morel. Entre ambos, y sobretodo, gracias a uno de los mecánicos de Morel (llamado Dulac) consiguieron perfeccionar el diseño. Dulac consiguió cerrar el modelo el 5 de Octubre de 1894, Morel lo financió y el teniente Gerard acordó comercializar la bici plegable.

Esta bici tuvo un éxito tremendo y enseguida vieron su producción sobrepasada. Abrieron una tienda en París, Gerard se encargó de venderle la idea al ejército francés, al que entregaron 25 bicicletas. Los ejércitos rumanos y rusos también encargaron bicicletas, y el teniente Gerard fue ascendido a Capitán y puesto al cargo de un regimiento con soldados equipados con bicicletas plegables. Charles Morel permitió a Gérard convertirse en la imagen pública de la bicicleta plegable, a pesar de que fue el primero quien tuvo la idea y financió completamente el proyecto. Gerard acabó creyéndose su propia historia y denunció a Morel para conseguir un reparto más justo de los beneficios. Esto acabó con su asociación y las patentes fueron vendidas a un consorcio formado por Peugeot, Michelin y el ejército francés, los cuales empezaron a producir la bicicleta en 1899.

El modelo sufrió muchos cambios en 1912: Guardabarros, frenos, un manillar más moderno… Y se empezó a fabricar para usuarios civiles.

La siguiente bicicleta plegable militar de la que se tiene conocimiento es la Bianchi Model 1912.

Los Bersaglieri (infantería montada en bicicleta) era un cuerpo de élite de las tropas italianas respetado en todo el mundo. Para ellos se pidió a Bianchi que diseñara una bicicleta que pudiera transportar un rifle o incluso un mortero (se llevaba en 3 bicicletas, cada una con su correspondiente enganche para llevar una pieza del arma). Esta bicicleta es realmente «rara» para la época e incluso hay quien la considera la precursora de las bicicletas de montaña.

Cuenta con tales avances técnicos, que cualquiera pensaría que los diseñadores estaban anticipándose al futuro, por ejemplo:

  • Neumáticos duros para evitar los pinchazos
  • Suspensión delantera para absorver los golpes, ya que al llevar neumáticos tan duros, era un suplicio encontrarse con cualquier obstáculo en el camino y un sistema de horquilla trasera.
  • Argollas en el cuadro para ponerle cintas de cuero y transportarla como una mochila.
  • El freno delantero iba integrado en la horquilla, sin cables, por el interior de la dirección.
  • Ruedas más pequeñas para favorecer el manejo.
  • Aunque como todas las de la época era de piñón fijo, le habían puesto dos piñones, en el mismo (nada de sistema flip flop, eso llegaría en el siguiente modelo)
  • En torno a 15 Kg de peso, poquísimo para la época, sin contar los accesorios para transporte.

En definitiva, todo un despliegue técnico para dotar al ejército de bicicletas, y que animo a seguir leyendo en el blog de BSA Museum, todo un coleccionista de bicicletas militares.

Todas las fotos y textos, extraídos de BSA Musem

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