El desastre de BiciMAD

Han pasado 15 días y parece que poco a poco, muy poco a poco, la situación del servicio público de alquiler de bicicletas de Madrid se va normalizando después de su inauguración.

Quiero ser optimista. Y es que aunque tarde, Madrid por fin tiene un servicio público de alquiler de bicicletas. Inaugurado a bombo y platillo por la alcaldesa, Ana Botella, pero completamente hundido para el público en general.

Hemos pasado del bloqueo del sistema por la avalancha de peticiones, al servicio limitado en algunas estaciones y con restricciones en el alta, pasando por la incapacidad de poder sacar un abono, el «hackeo» del sistema con un video de contenido sexual, o no poder recoger una bicicleta en ninguna estación, o, incluso, a la denuncia de la adjudicación del contrato del servicio. Y lo mejor de todo: Nadie ha salido a dar explicaciones.

Mi aventura personal ha consistido en, dejar pasar unos días a la vista de los problemas que habían surgido. «Cosas del directo» pensaba yo. Las informaciones se sucedían: quejas de usuarios, los trabajadores de bonopark se defienden, un 900 donde nadie contesta… Y aún así, el lunes día 30, acudí a una de las estaciones a sacarme el abono. El sistema que no responde, no me envía ningún email, pantalla bloqueada en «procesando datos»… Así que finalmente intento hacerlo a través de su portal. Aquí si, sin problemas, saco un abono anual y 10 euros de saldo. Pero cual es mi sorpresa cuando veo que en el anterior intento sin confirmación ni nada me han cobrado y no me han enviado ningún email. Es decir, me han cobrado 2 veces. Llamo al 900 y nada, sin respuesta. En el 010 no saben de qué les estoy hablando.

Para la colaboración que realizo de manera puntual con temas relacionados con la bicicleta en La Mañana de COPE Comunidad querían que hiciéramos una conexión para hablar sobre cómo funcionaba BiciMAD. Imposible. Así que doy de plazo hasta este lunes día 7 para poder recoger el abono y poder ver qué tal funciona.

Llega el lunes, y me acerco a la estación de Sol, donde un trabajador de Bonopark me atiende amablemente, me dice que seguro que me da el abono y efectivamente, el tótem me da mi abono. Lo de recuperar los otros 35 euros que me han cobrado ya llegará, de momento puedo probar las bicis. Cosa que todavía no he hecho, porque yo soy de los que ya me muevo en bici por Madrid, y esperaré a cuando realmente lo necesite.

Hoy, martes, me he lanzado a reclamar mis 35 euros. Bien, en el 010 me han cogido la reclamación, porque en el 900 siguen sin contestarme. Al menos hemos avanzado algo.

También hay otros temas que quería comentar:

Problemas de usabilidad

Aquí si… Y es que esto es lo mío. La aplicación de los totems es bastante complicada de seguir de manera intuitiva. El menú de navegación principal, al estar situado en la parte inferior, y al no tener una vuelta a la pantalla de inicio después de que un usuario haya realizado alguna gestión, puede dar lugar a errores, es decir, si yo estoy en un formulario para dar de alta una incidencia y después viene alguien a recoger el abono, de un primer vistazo no sabe lo que tiene que hacer hasta que llegue a la parte inferior de la pantalla y detecte que está en otra sección.

Los formularios son complejos de seguir, y el teclado virtual tapa los campos siguientes a rellenar, lo que no nos ayuda a la predicción del dato a incluir, retrasando el proceso de alta. De hecho, en función de donde esté situado el campo a rellenar, el teclado sale en un sitio u otro, lo que no ayuda a localizar rapidamente las letras.

Esto puede parecer una «tontería», pero es que si lo comparamos con la aplicación del servicio de alquiler parisino, también estamos a años luz. Y cuanto más sencillo sea el sistema, mejor es la experiencia global.

Seguridad del sistema

Cuando hackearon el sistema con un video explícito, más allá de la broma, mi pregunta fue… ¿Y qué pasa con los datos de caracter personal que hay almacenados? ¿Quién se hace responsable? ¿Dónde me puede informar de la LOPD? ¿Y si alguien ha tenido o puede tener acceso a los mismos? Todo un marrón, ahí lo dejo.

Tras la tempestad viene la calma

Si bien el inicio ha sido DESASTROSO (si si, en mayúsculas) tengo que decir que poco a poco se ven bicicletas por la calle. Hoy por ejemplo he contado 5, ayer lunes conté 3. Y para estar poco tiempo en la calle, me parece bastante, cuando antes lo único que veía era gente intentando sacar bicicletas pero ninguna en movimiento.

Así pues, esperemos que después de tantos problemas, BiciMAD resurja cuan Ave Fénix de sus cenizas y poco a poco mejore la movilidad en Madrid. ¡Nos lo merecemos!

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