Carlos Corral PLANIFICA el Madrid ciclista.

 

Entrevistamos a Carlos Corral, encargado de la planificación de la Movilidad Sostenible de Madrid, el “ideólogo”. Le preguntamos si tiene decidido ya el modelo de integración de la bicicleta: Carriles bici, ciclocarriles, líneas maestras, plazos de ejecución, el caso Bicilineal… ¿Asignatura aprobada o pendiente, esta de la bicicleta urbana?

Carlos viene de lejos en esto de la integración de la bicicleta urbana en las ciudades. Los años, le delatan. Es de los que en 83 se fue a dar vueltas por media Europa para escoger un modelo de integración para la bicicleta madrileña que quedó aparcado en un cajón, para nuestra desgracia, cuando la concejalía cayó en manos del PSOE, que tenía otras prioridades. De la mano de Ahora Madrid se le presenta una especie de segunda oportunidad que tiene la intención de aprovechar aunque, frena el entusiasmo: “Yo he llegado aquí hace dos meses…Una cosa es lo que tengo en la cabeza y otra lo que luego entre en los planes”.

Reconozco que le metí el dedo en el ojo para concertar esta entrevista porque sospechaba cierta deriva segregadora y aceptó el desafío con el desparpajo que le caracteriza. Pregunté directo y respondió como si, a estas alturas, estuviera de vuelta de las posibles críticas. A lo largo de la entrevista iremos descubriendo de dónde venimos y hacia dónde vamos. Aunque me consta que Corral deja un espacio a la participación ciclista que conviene aprovechar si no se está de acuerdo con unos planteamientos que ya, por fin, van tomando forma.

Asignatura pendiente

¿En manos de quién está el desarrollo sostenible de la bicicleta en Madrid?

Soy ingeniero urbanista. Yo me defino así, aunque soy ingeniero de caminos, que los trabajo con las prioridades adecuadas.

¿Eres ciclista?

Pues sí, soy ciclista urbano. (Más tarde explicará que practica la intermodalidad dejando la bici en la estación de cercanías de Aravaca y recorre cuatro kilómetros) Lo fui hace treinta años (estuvo en Pedalibre) cuando estaba en área de movilidad, que no existía como tal, cuando se llamaba “departamento de la ordenación de la circulación”. De hecho dirigí el primer proyecto que hizo el Ayuntamiento que fue el itinerario para bicicletas Ciudad Universitaria-Retiro.

¿En los tiempos del alcalde Tierno?

Si señor, yo estaba allí. El proyecto lo desarrolló mi amigo el ingeniero Javier Hernández con Alfonso Sanz. Estuvo muy bien porque metimos una pequeña partida (300 mil pesetas) para ver las buenas prácticas de ciudades de la escala de Madrid que habían desarrollado proyectos para integrar la bicicleta y estuvimos los tres visitando, con el apoyo de los colectivos ciclistas de por allí, un montón de localidades de los Países Bajos y Alemania. Nos fijamos mucho en Berlín, que empezaba a introducir la bicicleta con un modelo de ampliación de la plataforma de acera que quitaba espacio a la calzada con itinerarios continuos. Decían que Berlín, en 2 o 3 años, habían conseguido un 4% de reparto modal de la bicicleta. O sea, que Madrid, no iba mal en esto. A principios de los ochenta teníamos muy clara la estrategia que íbamos a hacer para la ciudad de Madrid.

¿Qué falló, entonces?

En aquel momento no era la única iniciativa que había, pero, en esto de la bicicleta, siempre que se ha dado un paso importante es porque alguien se lo ha creído (Hace referencia a los ejemplos de Donostia y de Sevilla). Se trata de gente que arriesga y que tira p´alante. Una de las iniciativas partía del área de urbanismo. El concejal Tamames desarrolló el proyecto de meter en todo el eje de la Castellana un itinerario de bicicletas -explica que “entonces se llamaba carril-bici”- . La otra, era del área de “movilidad” dónde estaba yo, que sacó el proyecto que ya estaba redactado, que tenía dinero para desarrollarse y…

¿Qué sucede?

…que vienen las elecciones del mayo del 83 (Tierno es reelegido con mayoría absoluta socialista) y, cuando estaban pensadas las obras para el otoño…las políticas de la bicicleta se meten en un cajón. (Repite). Se meten un cajón. Madrid iba a ser pionera en ese tema. La bicicleta tenía que ser viable, empezar a tener visibilidad. De haberse realizado estos proyectos, la gente empezaría a darse cuenta de que esto iba en serio y de que podría ser una alternativa de transporte. Es exactamente lo que se ha perseguido en los últimos años. Algunas cosas que se hicieron, -reconoce-, están bien y otras se pueden transformar…

Para que quede claro: ¿Por qué se metió en el cajón?

Pos mu fácil. Cambia la concejalía…Yo era entonces un joven y estaba intentando sacar esto adelante y alguien le dice al nuevo concejal “cuidado con éste que es de la cuerda de los anteriores…” y se mete el poco dinero que había en el cajón con el proyecto. La bicicleta se acaba en el 83.

Carlos habla sin tapujos acerca de aquella época y explica, con gran detalle, por las calles céntricas por las que iban a pasar los itinerarios ciclistas, casi todos integrados en calzada, y recuerda el fallido proyecto de convertir la nueva zona de Moratalaz en un barrio piloto para uso local de la bicicleta cuyas obras se iban a financiar con el nuevo proyecto de reciclaje. Sigue pensando que a los socialistas les faltó “valor” y que tuvieron “otras prioridades”.

La travesía del desierto

¿Cuál fue la política ciclista a partir de entonces? ¿El Anillo Verde Ciclista?

El Anillo es un proyecto de obra, más que movilidad ciclista. Con el criterio de hacer deporte, de ocio, que no valoraba el transporte.

¿Y las aceras-bici? ¿No crees que han retrasado la integración del ciclista?

Coincido contigo. Es la primera vez que lo puedo contar aquí ya que, por ahí afuera, ya lo he dicho. Estas aceras han retrasado la otra posibilidad que era haber intentado meter otra infraestructura ciclista dentro de los barrios y del centro, donde se da la mayor concentración de viajes junto con las zonas de equipamientos.

¿Y los ciclocarriles-30? Recientemente nos pareció entender que los habías criticado por inseguros y por no atraer en masa a los ciclistas.

No fueron muy pensados. Por entonces Madrid no había hecho nada y tenía que hacer algo. Se vio forzado a hacer algo de transporte, una cosa barata. Te lo cuento y alguno va a alucinar. Venía de la idea de meter la reducción a 30 km en el viario local y que las bicicletas tendrían prioridad en la calzada…que se ha ido retrasando y está en stand by. Entonces, se les ocurre meter los ciclocarriles-30, que son más baratos y se empiezan a contabilizar kilómetros. Aunque hay que decir que la gente que se puso con eso, se lo creía, que ya es algo. Vaaale, hay que reconocer que es una forma de hacer visible a los ciclistas pero, en algunos casos disiento. El paso gordo -continúa- es cuando se lanza la M-10 (reniega de un nombre que “suena a M-30”). Había un proyecto de Alfonso Sanz, Marisol Santos y Joaquín Giménez, con la filosofía de compartir espacio con los autobuses, que no se realizó, porque los retiraron, y se hizo un proyecto, minimalista, que fue encargado a señalización. Otra vez, la sensibilidad con la bicicleta, cero.

Entonces: ¿Han sido positivos los ciclocarriles, o no?

Que si, que han sido buenos. Y si, con la aparición de BiciMAD se han ido extendiendo y llegamos al modelo actual, en que tienen función local, y yo estoy completamente de acuerdo, con la reducción de velocidad…que si, que si… pero…

Planificando el futuro

¿Te refieres a que hay usuarios que no se sienten seguros?

Ese es el tema, que me gustaría contártelo. La gente que está utilizando los ciclocarriles y BiciMAD está contenta, pero todavía hay una serie de calles en que no garantizan un mínimo de seguridad para los nuevos, posibles, usuarios, que les está costando tirarse a la calle, no como tu o como yo, que lo hacemos sin ningún problema, que tenemos costumbre. En algunas calles, hay que dar un paso más, en algunos itinerarios para atraer a más usuarios. Además de medidas restrictivas para el coche.

¿Crees que ha llegado el momento de dar ese paso?

Como Madrid, en uno o dos años, no de un salto importante con una infraestructura ciclista potente para los grandes recorridos…Hay que trabajar con dos conceptos, y a mi me toca la planificación de toda la ciudad, no la actuación pequeña de cada barrio…

¿Cuáles serían las líneas maestras?

Primero, ir paso a paso, no hacer una red superpensada. No hay un “modelo”. Cada ciudad tiene sus propias características y va en función de la trayectoria que ha seguido. Los tratamientos hay que mezclarlos. Habrá puntos en los que el trazado ciclistas esté completamente segregado, en un eje que vaya a mover muchos ciclistas y luego habrá tramos integrados con cicclocarriles. Pero tiene que haber un trazado potente segregado como Londres y otras ciudades importantes con la idea de atraer cultura de la bicicleta, a gente que no se le pasaría nunca por la imaginación el coger una bici y compartir espacio con el automóvil. Si tu,- razona-, a esa gente le facilitas que en momentos que no son de viaje, de desplazamiento habitual, de lunes a viernes, que circulen en fin de semana o por las tardes como elemento deportivo o de ocio, al final, acaban cogiendo training en la bicicleta. Estos puedes ser los futuros usuarios que empiezan a coger confianza y que hacen cultura ciclista, para que se acaben dando cuenta de que pueden hacer muchos recorridos en bicicleta. Pero, no te asustes, que estoy pensando en pocos ¡Eh!

¿En dónde?

Para que lo voy a desmentir, si ya está en la redes…Uno de ellos sería la Castellana entera, desde Plaza de Castilla a Atocha y, las “colas”, había que estudiarlas. En algún tramos de las rondas históricas, también. Y, a lo mejor, en una plataforma de autobuses. Habría que diseñarlo…A lo mejor haría un tratamiento de color, pintado, y un separador muy ligerito, que fuera montable, pequeñito, en vez de “armadillos”, “cucarachas”. Si, un tratamiento de color, unas “cucarachitas” y adosado al carril-bus, y quitaríamos un carril al automóvil.

¿Serían tan estrechos como en otras ciudades?

No, hombre, no. Eso no puede ser. No, por favor…

¿Se nos va a respetar el ancho en la calzada?

¡Pues claro! Si son grandes infraestructuras de bicicletas tienen que tener una cierta amplitud. Lo que no vas a dejar es un sitio canijo por donde no pueda adelantar un ciclista a otro ciclista.

¿Habrá «experimentos»? (Carriles en sentido contrario, semáforos en ámbar…)

Esto de la bicicleta tiene que ir poco a poco. Pero lo que tengo claro es que no vamos a hacer carriles unidireccionales para la bicicleta. Y yo, metería tramos a contramano.

¿Y siempre por la calzada?

La bicicleta tiene que ir por la calzada y tiene que ocupar su hueco. Como mucho, ampliar la plataforma de la acera y meter un espacio para bicicletas.

¿Bidireccionales?

En algunos ejes importantes, hay que meterlos, en algún tramo.

¿Y los problemas que causan en las intersecciones?

Eso hay que resolverlo muy bien. Hay carriles en la banda central que funcionan muy bien. Tienen que ser anchos, de dos metros, como mínimo.

¿Circulación por carril Bus-Taxi?

Aunque no soy partidario, en las bajadas no estarían mal..

¿Está redactado ya el proyecto? ¿Para cuando sería la implantación?

No hombre, no. Todavía lo estamos haciendo. ¡Que te crees, que esto se hace así, con la gorra, o qué! Yo espero que el año que viene se haga algo de esto que te estoy contando, digo yo. Se harán en paralelo con las medidas restrictivas del tráfico. En 2016, cuando estén operativos los presupuestos. Hay también que actualizar el Plan Director. A todo esto se le va a dar una vuelta.

¿Se quitarán las aceras-bici?

Yo espero que el Plan lo “encaje”. Lo peor es cuando haya que hacer obras, que no hay dinero. La prioridad es hacer primero la infraestructura en la calzada.

El proyecto de Bicilineal

Para terminar le preguntamos por el “caso” de la Plataforma Bicilineal que desde hace una década lucha por un proyecto específico para la calle Arturo Soria http://bicilineal.blogspot.com.es/. Terminamos la entrevista con sus reflexiones íntegras y entrecomilladas al respecto.

“La filosofía general te la doy, aunque luego puede retrasarse o no hacerse. La filosofía de la pasada Semana de la Movilidad era crear una serie de espacios en los barrios que se vendieron como permanentes y se hizo lo del carril. La Junta eligió como “medida permanente” un tramo de la calle Arturo Soria. Si la Junta de Ciudad Lineal lo ve como una medida interesante, permanente, nosotros, lo vamos a apoyar y llegará un momento en que se acabará haciendo algo allí. La medida que se encajó al final iba por el centro… pero, lo que tengo claro es que no se puede hacer un carril clásico por el lado derecho por la cantidad de autobuses…podría ser un carril segregado, habría que regular una serie de intersecciones y una serie de pasos que hoy están para comodidad de los automóviles…pues mira que se vayan hasta la siguiente glorieta y que den la vuelta…Ya se que es un tema de encaje y de diseño y que, en algún punto, puede que haya que hacer algo pero…su proyecto, era quitando aparcamiento…pero, el problema es que hay que establecer prioridades. Si la prioridad es el transporte público…lo vamos a tener un poco difícil meter a las bicicletas…a no ser que lo metamos por el segundo carril con lo que entramos en concepto de ciclocarril más que de segregado y ellos están empeañados en hacer una infraestructura potente por la conectividad de la vía…habrá que estudiarlo pero se vendió como medida permanente, o sea, que a lo mejor algún día se acaba haciendo. (Alude a otras permanentes que se está haciendo) Se necesita proyecto y para hacer un proyecto hay que tener dinero para poderlo hacer y dinero para invertir. No lo sé, a lo mejor lo ha metido la Junta de Ciudad Lineal…ya que cada Junta ha elegido un proyecto para desarrollar”

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