Otra de las imágenes curiosas de este Tour, en la etapa que coronaba por dos veces el mítico Alpe D’Huez, y demostrando por qué Sagan es uno de los preferidos del público, al grito de «wheelie, wheelie, wheelie» (caballito en inglés), el ciclista eslovaco recorre unos metros sobre su rueda trasera y sin manos para regocijo de los allí presentes.
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