Las listas están de moda. Eso y los memes, las fotos o videos de gatitos (si es que alguna vez dejaron de estarlo) y los videos de fails. Por eso me he propuesto hacer una lista con los tipos de conductores más habituales que nos encontramos por la ciudad. Acompañado por un índice de peligrosidad.
1.- El Fernando Alonso
Da igual que esté en un atasco y que le coja un semáforo y que en el siguiente semáforo haya otro atasco. Tiene que llegar siempre el primero. Para ello no escatima en gasolina ni en pisar más el acelerador. Este te mira de reojo cuando pasas al lado de su coche y ganas distancia gracias al atasco. Cuando te vuelve a alcanzar, te pasa adelantando como si le fuera la pole position en ello. Luego le vuelves a pasar, y así tres o cuatro semáforos, en función de lo larga que sea la calle, y de quién se desvíe antes. Indice de peligrosidad: 1
2.- Gente DYC. Gente «sin complejos»
Habitualmente en un 4×4, cuanto más grande mejor, pero con dificultades para calcular lo que mide. A estos no es que les guste pasar cerca de un ciclista. Es que no se dan cuenta. De hecho no se sabe a ciencia cierta si ven más allá de lo que tienen delante. Peligrosidad: 5
3.- Los dueños de la calle
La carretera es suya. Da igual por donde vayas, simplemente un ciclista no debería estar ahí. Molesta. Y lo hacen saber con su claxon. A alguno de estos les gusta tanto pitar para que te apartes, que incluso pitan aunque no estés delante suyo. En algunos estudios se ha demostrado como este trastorno obsesivo compulsivo se repite incluso cuando se están echando la siesta en Agosto durante el tour de Francia tocando un claxon imaginario mientras gritan «apártate hombre». Peligrosidad: 0
4.- Conductores de letras
Y es que estos no aprobaron física nunca. O más bien no la estudiaron. Salen de las perpendiculares calculando tan perfectamente la velocidad del ciclista, que como te despistes acabas de pegatina en la ventanilla trasera. Lo mejor es la cara que ponen según se asoman. Porque te miran a los ojos, así calculan si deben cederte el paso o no, y con un leve gesto entre pavor y querer darse prisa, se plantan delante tuyo intentando dejarte atrás. Se dice que suspiran aliviados una vez ven que sigues en pie por el retrovisor. Peligrosidad: 3
5.- Los multitarea
Estos siempre están haciendo algo a la vez que conducen. Los hay adictos al móvil, otros charlan amistosamente sin mirar ni retrovisores ni nada que no sea una pequeña impresión de lo que tienen delante. Ojo con estos que giran cuando se dan cuenta de que se dejan la calle atrás. Da igual si tienen que cruzar dos carriles. Y además son capaces de hacerlo mientras buscan en la guantera algo super-importante para la maniobra. Algo así como un papel donde apuntaron hace dos años el teléfono de alguien y que ahora hay que tirar, probablemente por la ventanilla. Peligrosidad: 9
6.- Los zombies
Estos son aquellos que viven su coche como una burbuja. No señalizan, no aceleran, no frenan, no se sabe si van a girar o no… Van a una velocidad incómoda, porque nunca sabes si dejarlos atrás, o de repente cambiaran de carril. Su comportamiento es errático, al primo de un amigo le contó alguien una vez que uno de su trabajo había conocido a otra persona que vió como uno de estos conductores pasaba del letargo a una conducción segura, decidida y con un destino al que consiguió llegar. Peligrosidad: 7
7.- Doblefilas
Este es un tipo compatible con cualquiera de los anteriores. Molestan a todo el mundo (otros coches, ciclistas, los coches aparcados, autobuses, motos) y lo saben. Pero al más puro estilo Esperanza Aguirre en Gran Vía, siempre dejan el coche en doble fila porque «solo van a tardar un minutito». Eso si, los mejores de todos, la combinación con Fernando Alonso: Te adelantan a 70 para frenar en seco a 10 metros y dejar el coche en doble fila. Y si abren la puerta sin mirar mucho mejor. Peligrosidad: 5
8.- Congelados en el tiempo
Coche parado, conductor en su interior… ¿Saldrá? ¿Abrirá la puerta delante mío? Si si, que debemos guardar una distancia de seguridad, pero yo al menos me voy fijando, que hay puertas muy largas y hay distancias que no se pueden guardar siempre. Estos parecen estar hibernando y nunca se sabe en qué momento saldrán del coche. Peligrosidad: 2
9.- Los que son más ciclistas que tu
Lo digo por eso de ir a rueda. Van a rueda y no dejan hueco para que entre nadie más. Caravanas de coches que parecen un tren. Si pretendes colocarte entre dos de ellos en un semáforo, es imposible. Ajustan esa distancia según te ven y parecen coordinados por radio. Aceleran si el de delante acelera y, sorprendentemente, nunca llegan a chocar entre sí. Como no dejan huecos, no son peligrosos. Peligrosidad: 1
10.- Los que intentan hacerlo bien
Si, hay entre todos los anteriores algunos que intentan hacerlo bien: Señalizan con tiempo, miran los retrovisores, son cautos al adelantar a un ciclista, si tienen que esperar detrás, esperan, evalúan su ruta y la comparan con el resto de usuarios de las vías, piden perdón si en un giro no te ven e incluso aguantan los pítidos e insultos del resto de conductores. Eso si, son una especie dificil de encontrar. Su objetivo es pasar desapercibidos. No molestar. El coche es un medio de transporte útil, no una manera de dar el cante. Si ves alguno de estos nos gustaría que compartieras una foto suya, con el hashtag #conductoresenextincion y qué les hace ser buenos conductores. Prometemos crear un hall of fame con los mejores. Peligrosidad: 0