Madrid, a 7 de noviembre de 2016
“Todo lo que necesito es el aire que respiro… y amarte”, reza la canción, de amor, que popularizaron The Hollies a principios de los setenta. “Si pudiera pedir un deseo”, traduzco, “creo, que pasaría, no puedo pensar en nada que necesite…”, salvo, hay que elegir, “el aire que respiro”, The air than I breathe (*) Las letras de las canciones, ya premio Nobel, marcan el camino de nuestras vidas. El momento, siempre es now.
MALICIOSO
La mala calidad del aire que respiramos en Madrid y la pasión que sentimos por la bicicleta urbana, resumen el estado del ánimo en que vivimos muchos ciclistas madrileños en la actualidad. La relación entre bicicleta y coche, y su impacto en la salud pública, polariza el debate de la Movilidad Sostenible desde que Inés Sabanés se hizo cargo de la cosa medioambiental. La reciente activación/no activación del protocolo contra la alta contaminación, ha sido capaz de colocar en un segundo plano, ahí es nada, la pertinaz disputa entre integracionistas y segregacionistas. La contaminación de la capital ha conseguido que los ciclistas pongamos los pies sobre la tierra y que los conductores, enlatados, pero humanos, miren un poco más allá del parabrisas.
Y si bien fue Ahora Madrid quien reformó, bajando los umbrales, el denominado “Protocolo para episodios de alta contaminación por NO2”, aprobado, a instancias de Europa, por Ana Botella, fue la todopoderosa Volkswagen quien, volvemos a la música, start de fire. El asunto de los softwares maliciosos de la marca alemana, y otras cuantas, que vendían eucalipto a coste de chapapote, nos hizo reflexionar acerca de la mierda que nos estábamos tragando a diario. Y nos levó a constatar que, nuestro gobierno, a través de los tres ministerios que podrían verse implicados, Sanidad, Medio Ambiente e Industria, no iba a mover ni un solo dedo para defender la salud de los ciudadanos.
Recuerdo que por aquel entonces mi activismo ciclista urbano se rebeló como nunca y propuse una acción de protesta ciclista en Madrid. ¡Los ciclistas urbanos no podíamos permanecer impasibles ante este ataque, traicionero, a nuestros pulmones! ¡Habían estado jugando con nuestra salud para vender coches! ¡Nadie tenía el derecho de expulsarme de las calles de mi ciudad a golpe de tubo de escape, nadie! La fallida tentativa, apenas unos likes y unas palmaditas, puso de manifiesto que “los verdes”, ya en el poder, apenas tenían capacidad de convocatoria. También, y esto es endémico, que el ciudadano-tipo-adocenado prefiere ponerse una máscara, ¡Sálvese quien pueda!, a luchar contra los causantes directos del daño: el coche, la moto, el atasco. Por si fuera poco, el asociacionismo ciclista adoleció entonces de cierta capacidad de respuesta, en la calle, ante la agresión directa a uno de los más importantes valores de ese vehículo llamado bicicleta: la Salud.
CALIDAD
En estos días, el Ayuntamiento de Madrid ha puesto sobre la mesa el borrador de un ambicioso Plan de Calidad del Aire y Cambio Climático (La Cumbre de París, au fond) que contempla “30 propuestas para mejorar el aire de Madrid” y con el que tenemos que ser tremendamente exigentes. Ya en el mismo acto de presentación, los grupos municipales del Partido Popular y Ciudadanos mostraron su desacuerdo, con matices, con las propuestas. Borja Carabante, el popular, llegó más lejos, y manifestó claramente su intención de volver a elevar los umbrales que hacen saltar el Protocolo, y dejarlos como cuando los puso Botella. Otro importante detalle de aquella presentación. La representante de los fabricantes de coches y camiones, ANFAC, transmitió un sorprendente mensaje de adaptación al medio que, en mi opinión, esconde una clara intención de ganar tiempo hasta que se produzca la reconversión de los vehículos sucios en vehículos limpios. Calculo, que entre cinco y diez años. ¿Y mientras tanto, qué? ¿NO2, per tutti?
Por si fuera poco, y como parte de la estrategia del Partido Popular de socavar el gobierno de Manuela Carmena, no otra cosa, el alcalde de Alcorcón, David Pérez, emulando al patriota Alcalde de Móstoles, enarboló la bandera de la Libertad, de circulación, y denunció, sí, al mismísimo Ayuntamiento de Madrid. Todas estas señales, y la consabida defensa a ultranza de los madrileños con coche que lidera Esperanza Aguirre, provocaron en buena manera esta reacción. Me hicieron temer que se produjera, amparada por el lobby, una manifestación pro-coche de cláxones por La Castellana antes que la de los ciclistas que defendemos una Movilidad sostenible y saludable para todos. El mundo al revés.
El problema está ahí, no podemos evitarlo por más tiempo. Los ciclistas madrileños, ciudadanos con pulmones y con familia, al margen de cualquier ideología política, no podemos dejar que las acciones y omisiones de los poderes públicos, de nuestros representantes y de la industria de la automoción, marquen la agenda del aire que respiramos sin tener una capacidad de respuesta propia. Los ciclistas urbanos de Madrid, unidos por las bicicletas, debemos convertirnos, con nuestro ejemplo de ciudadanía concienciada y de movilidad sostenible, en la punta de lanza de la respuesta ciudadana contra esta agresión generalizada. So pena de que los conductores, en defensa de sus derechos, la marquen por nosotros. No se trata de entablar una guerra o de iniciar un conflicto que nos conduzca, eso dirán, a la radicalidad, o que nos divida como madrileños, sino de equilibrar la abrumadora diferencia de capacidad de respuesta, sobre todo mediática, entre unos y otros. Equilibrar, estar presentes en la calzada. De eso se trata. Somos muchos y queremos ser más. Los ciclistas urbanos somos necesarios.
MARCHA/CONCENTRACIÓN
Por todos estos motivos, en los próximos días, me propongo hacer una marcha/concentración ciclista por las principales avenidas de Madrid en defensa del aire que respiro, que respiramos. La iniciativa, individual, apoyada como siempre desde Madridenbicicleta es, en cierta manera, otra de mis locuras activistas. La convocatoria quiere poner de manifiesto que cualquier ciudadano tiene en sus manos la posibilidad y la capacidad de organizar este tipo de respuestas ciudadanas al margen de los posicionamientos de las diferentes asociaciones y representantes políticos. Olvidaros de mi ideología y de mi filosofía ciclista, bien conocidas, y sumaros, todos, a mi reto, que quiere ser el vuestro.
La marcha/concentración, que quiere tener un primer valor simbólico, será el próximo miércoles 23 de noviembre a las 19 hrs. Llevad luces. Comenzaremos la marcha en el Retiro, en la Puerta de Madrid, la que da a la estación de medición de las Escuelas Aguirre, una de las más saltarinas por alertas de NO2. Luego, con la circulación abierta, en pequeños grupos y respetando las normas de circulación, atravesaremos la Puerta de Alcalá, Cibeles, la Gran Vía y bajaremos hasta la Plaza de España. Allí, cuando estemos todos, terminaremos con un acto cargado de simbolismo.
Nuestra primera contribución al saneamiento del aire de Madrid debe salir de lo más profundo de nuestros pulmones. Si cuento con vuestro apoyo, en el Retiro repartiré un globo verde a cada uno vosotros, ciclantes de Madrid, para que lo llenéis con el aire de vuestros pulmones y, al unísono, los haremos explotar en la Plaza de España para purificarla. No habrá manifiesto, tan sólo una explosión controlada.
No podemos permanecer impasibles. Quiero que la respuesta, amigos míos, siga flotando en el viento.
por @deteibols
(*) La canción está compuesta por A. Hammond/M. Hazlewood. La versión en español se llamó «Necesito poder respirar».