Robo la foto que encabeza este post a nuestra querida @yayel, una de las primeras activistas de la bicicleta que conocí «en persona» para hacer el post con el que ataco el síndrome «post-vacacional» ciclista.
Y es que el lunes empezó el nuevo curso. La famosa vuelta al cole. Temida por los padres por los gastos en uniformes, libros y demás. Temida por los pequeños porque, no nos engañemos, en vacaciones se está mucho mejor. Y temida por los conductores porque vuelven los atascos, las prisas y la imposibilidad de aparcar. Es un hecho, llega Septiembre, empiezan los colegios y el famoso cruce regulado por semáforos que te da acceso a la M-30 ya tiene cola. Si a esto sumamos lluvia, o la posibilidad de la misma… ¡Para qué queremos más!
Pero volvamos a la foto. Siempre que he hablado con algún «cochista» me he encontrado las mismas excusas. Por regla general estas dos:
«Madrid no es ciudad para bicis, es súper peligrosa»
Cochista random
«Mi trabajo está lejos y no puedo llegar sudado»
Cochista número 2
Y aunque no voy a desmontar estos argumentos, me quedo con la afirmación de la pancarta en la foto: «En coche ya habrías llegado».
Mi primera experiencia
Empecé a moverme en bici para recorrer una distancia de 6km, entre Plaza de Castilla y Gregorio Marañón. Conocía de sobra el tiempo que tardaba en Metro, Autobús y también acumulé alguna multa por pasarme con los tickets de la Zona Azul (o Verde) del SER… Además de lo difícil que resultaba encontrar aparcamiento por allí.
En bicicleta me ahorraba el paseo hasta la parada de autobús, la cola del 27 y el cruzar los semáforos del Paseo de la Castellana que o se hacían corriendo o tocaba hacerlo en dos turnos, el tiempo variaba desde los 20 minutos hasta, en ocasiones, la media hora.
En el Metro tenía igualmente que andar hasta Plaza de Castilla, bajar 4 tramos de escaleras y esperar al Metro, salir (sólo dos tramos de escaleras) y los famosos semáforos de castellana. Más o menos 20 minutos… Menos los días de huelga, donde era una lotería.
En bici (plegable) tardaba en torno a 15 minutos, de puerta a puerta.
Intermodalidad
Estuve 4 años trabajando junto a la estación de Atocha. Tener una de las principales estaciones junto al trabajo me motivó a utilizar el tren, esta vez saliendo desde Fuencarral, hasta donde llegaba en bicicleta (ya no vivía por Plaza de Castilla).
Tardaba unos 10 minutos en llegar al tren, otros 20 o 25 en el cercanías y salir de la estación otros 10 minutos.
El metro, y su combinación con Cercanías, lo descarté porque era una aventura de más de una hora.
Aquí el coche si era más rápido, pero según la hora… Si quería entrar a las 9 podía tardar más de 1 hora… Saliendo a las 9:30 tardaba unos 25 minutos. Eso sí, no apto para cualquier bolsillo, y es que un parking en la zona eran 18 euros por 8 horas.
¿Y en bicicleta? Al ser un recorrido de 13 km, recorriendo calles tan grandes como Arturo Soria, Serrano o Alfonso XII, en la versión más directa… Solo dependía de mi estado de forma y ganas. En un buen día podía tardar 35 minutos, en un día un poco más perezoso, me iba a 42 minutos.
Ahora mismo
Ahora el recorrido es de solo 8 km. No hay metro cercano, desde cualquiera de las dos bocas de metro más próximas tengo más de 10 minutos andando. Y además la conexión de líneas no es nada buena, con dos transbordos.
Además, en coche es prácticamente imposible aparcar en esta zona (es una zona con varios edificios de oficinas en plena zona residencial) y cuando he probado me ha tocado aparcar a unos 20 minutos andando.
Sin embargo en bici, además de contar con dos aparcabicis vigilados en este edificio, tardo apenas 20 minutos.
Los recados
Cuando he tenido que ir a comprar algo tan trivial como el pan, ir a la farmacia con algún apuro o, por ejemplo, comprar entradas del Rey León, puedo asegurar que por muy cerca (el pan) o lejos (las entradas) que estés de tu destino, la bici siempre gana.
Conclusión
En una ciudad como Madrid, con atascos, a pesar del transporte público, en horas punta, e incluso en la periferia, la bicicleta no solo es el medio de transporte más saludable, económico o práctico… Sino que habitualmente es la manera más rápida de llegar.
Sólo queda convencer a algún cochista de que inicie su propia revolución, como hicimos muchos de los que hoy en día nos movemos en bici por Madrid preferentemente.