Tengo un compañero de grupeta que, cuando llueve, hace mucho viento, no tiene mucho tiempo o, simplemente, no le apetece entrenar, recurre a una bicicleta estática para mantener la forma. Y os aseguro que esto le funciona realmente bien.
Cada vez queda menos para Primavera, volveremos a «devorar» kilómetros sobre nuestras bicis, pero antes, si no nos hemos cuidado durante el invierno tendremos que pasar por la penitencia de «las primeras salidas». Esas rutas en las que no vamos bien ni con el viento a favor, subidos de pulsaciones, cada repecho que luego nos parecerá llano ahora es un muro en el que tenemos que darlo todo… Lo mejor es que podemos tomar medidas: Manteniendo la forma haciendo spinning en casa.
Y es que no necesitamos nada más que un poco de espacio en casa para poder realizar esta actividad en otro sitio que no sea el gimnasio. Si aquí ya hemos hablado de los rodillos, veremos puntos comunes y diferencias entre el spinning y el rodillo:
Nuestra bici y equipamiento
Si en el rodillo montamos nuestra bici y, evidentemente, nuestro cuerpo está acostumbrado a la postura, el usar nuestra bici implica que estamos exponiéndola a un desgaste. Y si nuestra montura es de carbono, este desgaste son kilómetros que restamos a la «vida» de la bicicleta. Haciendo spinning en una bicicleta específica nos ayuda a ahorrar, ganando, en años de vida para nuestro material.
Además, como ya comentamos, para evitar el ruido necesitamos una cubierta especial para el rodillo o, si queremos, un ciclocomputador compatible con las nuevas apps que convierten estos entretamientos en un juego y para poder medir el entreno en condiciones. Todo esto (montaje, desmontaje o tener dos ruedas, la información del entrenamiento…) lo tenemos en una bicicleta de spinning ya incorporado.
Entrenando
El entrenamiento de spinning también es diferente al del rodillo. Podemos recurrir a sesiones grabadas y disponibles en youtube donde nos motivan y nos dan todo hecho, con ejercicios para el tren superior (en una bici estática podemos soltarnos con más confianza) y motivación a tope del monitor. Esto, normalmente, en el rodillo, es más complicado, ya que solemos caer en minimizar el esfuerzo y no exigirnos más.
Estas sesiones, habitualmente de 45 minutos, son de lo más completas, mucho más que un simple ejercicio de rodillo y nos harán mejorar mucho nuestro rendimiento sobre la bicicleta habitual.
La diversión de estas sesiones además es un punto muy a favor. El rodillo exige una disciplina y una fuerza de voluntad que no todo el mundo consigue mantener sesión tras sesión.
Me has convencido ¿Qué bicicleta compro?
Hay modelos para todos los bolsillos. Con volantes de inercia decentes (es lo que determina los niveles de esfuerzo disponibles) diferentes opciones de ajuste: sillín, altura de la tija, altura del manillar y distancia del manillar, e, incluso, con pantallas LCD que facilitan diferentes datos.
En esta selección de Odio Entrenar podéis encontrar un completo informe en el que repasan pros, contras y una detallada valoración en 8 modelos que van desde los 200€ hasta los 500€.
En resumen, si quieres mantener la forma, bajar de peso, has tenido una lesión y todavía no has recuperado al 100%, tienes poco tiempo o sigues un plan de entrenamiento específico, no lo dudes, el ciclo indoor es la actividad que más te puede ayudar.
¿Y tú? ¿Practicas ciclo indoor? ¿En casa o en el gimasio? ¡Comparte tu experiencia en los comentarios!