El invierno es una de las peores estaciones para los ciclistas. De hecho el frío es uno de los principales motivos por el que no se saca la bici de casa y por eso muchos se plantean la posibilidad del rodillo para mantenerse en forma. Y si bien es verdad que Madrid no tiene unos inviernos climatológicamente duros, si hay que tener en cuenta cuatro o cinco cosas que afectan en invierno por igual aunque no tengamos muchos días de nieve o lluvia.
Así pues, creemos que estos consejos te ayudarán en tus salidas en invierno, y que no tengas que estar esperando impacientemente a que llegue la primavera para coger la bicicleta.
- Vístete por capas
Empieza por una base transpirable, después ve añadiendo capas en función de la sensación térmica que te guste sentir cuando montas en bicicleta. El poder quitarte o disponer de una capa es la mejor manera de combatir los cambios bruscos de temperatura, y es que no es raro el día que sales por la mañana con apenas 1 grado de temperatura, y vuelves a mediodía con sol y 10 grados más de diferencia (o al revés, volviendo cuando ya empieza a entrar la noche). - Calienta bien primero
Muchas de las lesiones y molestias que se producen en bicicleta se deben a un mal calentamiento. Incluso un ciclista entrenado no tiene sus músculos calientes con las bajas temperaturas invernales, ya que el frío contrae las venas y arterias haciendo que el flujo sanguíneo sea menor en los músculos y aquellas zonas que necesitamos para montar en bici. Así pues, dedicar unos 5 minutos extra a tu calentamiento habitual harán que tu cuerpo te lo agradezca y te evitarán posibles sustos. - Equipa tu bici en función del clima
Para moverse por la ciudad siempre hago referencia a los guardabarros, y es que en invierno tu bici va a exponerse a lluvia, tierra (aunque no llueva la humedad del ambiente que se condensa en el asfalto atrae toda esa tierrilla que en condiciones secas apenas apreciamos), sal (si hay previsión de heladas y la han esparcido por el asfalto) y en ocasiones nieve. Si después de cada uso vas a preocuparte por limpiarla, lo cual es muy recomendable, perfecto, pero ahorrarías mucho tiempo con el uso de guardabarros (delantero y trasero). - La seguridad ante todo
Como siempre insisto, hay que circular con seguridad, y en condiciones adversas todavía más. Así pues, si una bici híbrida, urbana, de carretera o de paseo es tu mejor compañera para moverte por la ciudad, cuando hace mal tiempo debes pensar en coger tu mountain bike. Una MTB te proporciona mayor adherencia al asfalto en condiciones de lluvia y humedad. Además recuerda que las horas de sol se reducen en invierno por lo que lleva siempre las luces contigo. Blanca delante y roja detrás. - Quita un poco de presión en las ruedas
Para dar un plus de adherencia a las ruedas, si bajas la presión habrá más superficie de la cubierta que tocará con el asfalto y eso te permitirá mayor control sobre tu bici - Bebe agua
Cuando hace frío da la impresión de que no sudamos, de que no perdemos líquidos, de que no tenemos sed. La sensación de sed se asocia mucho al calor, pero la pérdida de líquidos no se reduce tanto. Por eso es importante que lleves agua para tus traslados en bici. Tanto como cuando lo haces en verano.