La bici a flor de piel

Amores, hijos, familia, simple decoración, mensajes, hechos que marcan nuestra vida… Los tatuajes son, a día de hoy, una manera más de expresión personal. Por eso, no es raro encontrar a toda clase de ciclistas con tatuajes relacionados con nuestra pasión: la bicicleta.

En el mundo fixie, hace un tiempo, era habitual encontrarse con pieles tintadas con motivos ciclistas y no ciclistas. Siempre se ha tenido a este tipo de ciclista por alguien transgresor, con su bicicleta culebreando entre el tráfico, saltándose las normas y arriesgando al límite en cada adelantamiento, cruce, stop o ceda el paso. Una manera no solo de reivindicar el ciclismo, también una forma de vida. Pero de un tiempo a esta parte, se van sumando tatuajes ciclistas en otras pieles.

Los pros

Debajo de los maillots y culottes ultraligeros que llevan los profesionales encontramos todo tipo de tatuajes. Por ejemplo, Phillipe Gilbert, después de ganar el mundial en 2012, se tatuó la franja arcoiris que distingue al campeón el mundo en su tobillo. Igual que Samu Sánchez con su medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Beijing (2008). O más con la personalidad del ciclista, como el de Sir Bradley Wiggins. Incluso algo tan sencillo como el nombre de tus hijas, tal y como lleva en su antebrazo Andre Greipel.

Inspiración mecánica

Jack Lindquist es quizá la cara más conocida dentro del mundo del ciclismo de pista por dos cosas: su activismo vegano y, los tatuajes de pistones en sus gemelos. Este tipo de tatuajes, con piezas mecánicas, han servido de inspiración para ciclistas que, competitivos o no, sienten una relación especial con los engranajes involucrados en el mecanismo

Minimalismo

Hay quien prefiere no lucir tatuajes demasiado aparatosos y, por eso, eligen detalles más discretos en zonas menos visibles. Una manera más íntima de reconocer tu activismo ciclista, o lo que la bici representa para ti.

Consejos

Si quieres dar un paso más en tu pasión ciclista y pintar algo relacionado con la bici, recuerda que un tatuaje es para toda la vida. Quitarse un tatuaje es costoso y doloroso a la par, dejando además una cicatriz en la zona. Por eso lo más importante es estar completamente seguro de lo que te vas a tatuar y dónde te lo vas a tatuar.

A partir de ahí, elegir el momento es clave. Siempre que el tatuaje tiene que cicatrizar correctamente, sin que le de el sol, con tratamiento específico, quizá es mejor escoger la época del año en la que menos pedaleamos.

Tatuarte en Madrid

Desde aquí recomendamos Baltasar Tatoo. En el distrito centro, accesible en bici, este estudio de tatuaje cuenta con cinco grandes artistas, especializados en realismo, microrealismo y tatuaje geométrico, aunque puedes contarles prácticamente cualquier idea que tengas.

¿Y tú? ¿Tienes algún tatuaje ciclista? ¡Comparte fotos de tus tatoos ciclistas con nosotros! Y deja tu experiencia y sugerencias para otros que, como tú, estén pensando en tatuarse algo relacionado con el mundo de la bicicleta.