Desde hace tiempo, cuando el día amenaza lluvia, evito salir con la bici. Tanto para entrenar como para mis desplazamientos habituales. Incluso antes, si no llovía en el momento de iniciar la ruta, acababa saliendo a pedalear… Pero ahora consulto la predicción y decido con antelación si me quedo en casa o no.
Por esto, y por otras circunstancias personales, cuando llega el invierno voy cogiendo peso y perdiendo forma. Así que he decidido evitar que esto pase: Me he comprado un rodillo.
Hace años ya tuve uno, pero entonces hubo dos factores que me hicieron deshacerme de el… El primero el ruido: con una MTB y los tacos, sumado al ruido del rodillo, era insufrible para mi, mi mujer y, supongo, para los vecinos. Y el segundo era el aburrimiento de pedalear estático en casa.
A día de hoy, y gracias a esta guía de compra de un rodillo, compruebo que al ser magnéticos, el sonido se reduce, que puedo montar una cubierta específica para evitar el desgaste de las cubiertas con las que salgo fuera y, además, existen dispositivos para enriquecer la experiencia y hacerla más entretenida.
Consejos
Dada mi experiencia anterior, si lees estas lineas y estás pensando comprar un rodillo, algunos consejos:
- No entrenar más de 40 minutos.
- Tener a mano una toalla o similar para secar el sudor
- También por el sudor, hidratarnos con asiduidad, más que cuando pedaleamos en el exterior
- Programar entrenamientos diferentes y variados. Aunque dispongamos de app, la monotonía puede acabar ganando.
- Si el tiempo en el exterior lo permite, ventilar al máximo la casa.
- ¡Ojo con el material! El sudor es realmente dañino para los componentes de nuestras bicicletas. No hay que exagerar, pero si hacemos caso del consejo anterior y tenemos a mano una toallita, usarla a menudo evitará que caiga en nuestra bicicleta.
- Acondiciona el espacio. Evita accidentes fortuitos, como, por ejemplo, tirar cualquier objeto al subir o bajar de la bicicleta. La bici estará siempre bien sujeta al rodillo, por supuesto, pero no serás el primero (ni el último) que al subir en la bici, pega una patada a ese jarrón tan «bonito» que te regaló tu suegra haciéndolo añicos.
MTB vs Carretera
En este sentido, es mucho más efectivo el entrenamiento con bicicleta de carretera. El mayor desarrollo en una bicicleta de carretera hará que tengamos que realizar un esfuerzo mayor. Pero si eres aficionado a la MTB, también podrás encontrar muchos beneficios con los diferentes niveles de resistencia de un rodillo.
Rodillos de suelo
Los rodillos de suelo son «otra historia». Son los que utilizan los profesionales habitualmente. Su uso implica un cierto periodo de aprendizaje, incluso, es recomendado el uso del casco en este tipo de rodillos. Al no estar sujeta la bicicleta, también mejoraras en equilibrio, pero puedes llegar a caerte dentro de casa.
Un método muy común para evitar accidentes en estos rodillos es ponerse en una puerta para poder sujetarte al marco si fuera necesario. No se recomienda el uso de sillas porque estas se pueden desplazar al realizar cualquier movimiento brusco.
Conclusión
Tanto para mantener la forma, como si quieres perder peso, cumplir algún propósito de año nuevo o lo que sea, puedes hacerte con un rodillo por una inversión nada elevada y disfrutar de todas sus ventajas.