bigsome@gmail.comHace aproximadamente dos años me rompí el menisco. No fue haciendo ningún movimiento extraño, ni practicando ningún deporte de riesgo. Simplemente me puse en cuclillas y estaba tan desgastado que se me rompió. Rotura de asa de cubo decía el informe de la resonancia.
El caso es que, en la misma prueba me detectaron un esguince de grado II, probablemente antiguo y, además, una condropatía rotuliana. Como le tengo cierto cariño a mis rodillas y tengo la intención de que me duren toda la vida, decidí ponerme manos a la obra y buscar la manera de solucionar la condropatía. Por eso contacté con la Clínica de Fisioterapia Enric Gallofré y aquí os dejo mi experiencia.
La rodilla y la bicicleta.
Todos sabemos que la bicicleta es bastante buena para la rodilla en general. No sufrimos ningún impacto, no hay torsión ni movimientos que puedan dañar las articulaciones. Y ejercitamos toda la musculatura de la pierna, lo que ayuda mucho a la rodilla con los movimientos habituales y prácticamente con los de cualquier deporte.
De hecho, en el periodo entre mi lesión y la operación estuve trabajando intensamente tanto con bici elíptica en el gimnasio como con la bicicleta de carretera en rutas tranquilas, sin sobreesfuerzos.
Tan solo tenemos que tener en cuenta nuestra postura en la bicicleta, como siempre. Y como yo tengo un estudio biomecánico hecho, tengo muy claro que el juego de la rodilla al pedalear es completamente óptimo, adaptado a mi fisiología y no lesivo.
El tendón rotuliano
Este tendón casi todo el mundo lo conoce porque es el que suele dar molestias a Rafa Nadal. Es un tendón que va desde la cabeza de la tibia a la rotula. Se suele inflamar debido al roce con la tibia y es muy molesto aunque no limitante realmente.
El tendón, como el resto de los del cuerpo es cartílago por lo que su recuperación en general, no es posible. Hay quien confía en soluciones a través de suplementación deportiva con cartílago de tiburón, pero no está 100% claro que esto ayude a regenerar el cartílago. Para las articulaciones funcionan mejor el colágeno y, en general el mantener estas bien hidratadas y movilizadas con ejercicios específicos.
La condromalacia rotuliana
Esta lesión se debe al desgaste del propio tendón al rozar con la tibia o con la rótula. Suele ser más habitual en mujeres con o sin ejercicio y, en ocasiones, se opera. Si quieres más información sobre la condropatia rotuliana te animo que leas el extenso artículo de la clínica Enric Gallofré.
Empecé con molestias por la condromalacia (o condropatía) hace ya unos años. Jugaba de portero al fútbol sala y de ahí venían la mayoría de mis problemas con las rodillas.
Había fines de semana, después de las jornadas que jugaba en diferentes ligas por Madrid, que no podía ni rozarme la rodilla con un cojín, para que entendáis el dolor que tenía. Como dejé el fútbol y me pasé a la bici, las molestias remitieron. Pero con la lesión de menisco llegó el recuerdo de que la lesión seguía ahí.
Solución
Tras comentar mi caso con los expertos, llegamos a la conclusión de que mi condición había mejorado mucho gracias a la bicicleta. Más allá de la indicación de grado 2, mi actividad y la capacidad de todos los elementos que participan en el juego del movimiento de la rodilla me ayudan a poder llevar una vida normal, sin limitaciones.
Así que el diagnóstico era fácil: mientras no tenga dolor podía realizar cualquier actividad física. Pero al notar cualquier avance en la lesión, dolor, limitación en el rango de movimiento, acudir a la clínica para tratar cada síntoma por separado. Analizar qué he hecho diferente para adaptarme o eliminarlo y retomar trabajo específico de fuerza.
