Madrid.17/9/2016
En la mañana de hoy, y en el entorno de la Semana Europea de la Movilidad/La Celeste, se ha presentado en el FestiBal con B de Bici, Matadero Madrid, la tercera edición de la Guía Ciclista de Madrid. La nueva Guía, que rompe con el diseño de las ediciones anteriores de Ana Botella, recoge in extremis los nuevos itinerarios ciclistas y ofrece un plano más detallado de la zona centro con las estaciones de BiciMAD. La Guía de Manuela Carmena, que nace bajo el signo de la Movilidad Sostenible y de la Intermodalidad, pretende renovar la relación de todos ciclistas urbanos con su ciudad con lemas tan seductores como “Mira la ciudad con otros ojos” o «Bueno para ti, bueno para la ciudad». Son de Rafa Vidiella.
A partir de ahora, os contamos la Guía del presente y, al final, echamos un vistazo a la del pasado más reciente, para comprobar cómo hemos cambiado y que lejos ha quedado aquel ciclismo urbano.
De izda a dcha. Carlos Corral, Paz Valiente, Sandra Pina y Teo Dueñas.
El aire
«La ciudad», explica Vidiella, «se ve distinta desde el atasco de coches o desde la bici. Conocer a los madrileños en bici es mucho más agradable», concluye el director de la revista Ciclosfera, que acude al evento con media familia subida en su pequeña Brompton, y que permanece en un segundo plano. Sobre el escenario, y por parte del Ayuntamiento de Madrid, Paz Valiente y Carlos Corral, que también llega en bici, y que perfila la propuesta: «No sólo es para los habituales de la bici», explica,«sino también para todos los que quieran animarse a usarla». Sandra Pina, de «Quiero salvar el mundo haciendo marketing», y Teo Dueñas, que representa a Coca-Cola como parte del convenio de colaboración con el Ayuntamiento para fomentar el uso de la bici, van completando el trabajo de co-creación. Nos falta la participación de activistas y asociaciones pro-bici, técnicos municipales y la opinión de esos potenciales usuarios «que no se acaban de lanzar», según nos comenta Rafael Ruíz, jefe del dpto. de Educación Ambiental y coordinador de un proyecto hecho en tiempo record. Y nos falta María Gil, la diseñadora. Y, hay que decirlo, echamos de menos a BiciMAD, una sección específica para e-bikes y algunas señales no obligatorias.
La estructura
La nueva Guía mantiene, también en inglés, secciones como la de «normas» (ojo auriculares) o «tipos de vías» (falta encasillar los nuevos itinerarios) y se adapta a los nuevos tiempos con la de «intermodalidad» (hola, plegables), «con niños» (ciclistas del futuro) y la tristemente necesaria «mitos y excusas», que podría haber sido «más larga», confiesa Vidiella, y que acaba con pesados lastres como «las cuestas» y «el sudor» del ínclito Álvarez del Manzano. Definitivamente, el concepto de transporte urbano ya está aquí.
La Guía sigue siendo manejable sobre una mesa pero torpe sobre un manillar. El tamaño sigue siendo el mismo que la anterior, aunque da la sensación de que el papel es menos resistente. La cartografía ha sido realizada por caramap, empresa a la que los aficionados conocemos por su trabajo en el nuevo plano del Anillo Verde Ciclista. Todos los actores coinciden en destacar que el principal problema ha sido conseguir el hacer visible todo el volumen de información que contiene el gran plano, que sigue conteniendo las verdes calles «recomendadas» de Villarramblas y que deja en azul los ciclocarriles-30.
En nuestra opinión, el plano detallado de la zona centro, en el que se incluyen, con prudentes puntos suspensivos, gran parte de los inminentes itinerarios, además de las estaciones de BiciMAD, aporta un plus de manejabilidad, practicidad y visibilidad, sobre todo para los que tenemos la vista cansada y nublada de ver tanto coche bajo el cielo de Madrid.
Sea bienvenida esta nueva Guía que, a poco que se cumplan los proyectos municipales, tendrá que volver a ser actualizada en La Celeste del 2017.
Entrevista con Sr. Sánchez, diseñador de la primera Guía Ciclista
El diseño, maquetación e ilustraciones de la primera Guía Ciclista de Madrid fueron obra del ilustrador y diseñador gráfico Miguel Ángel Sánchez (Cartagena, Murcia. 1973). El conocido como Sr. Sánchez, que define su estilo como “comunicativo, alegre, luminoso y muy sintético”, comenta, vía telefónica, los detalles de aquel encargo municipal en una época, año 2011, en que la bicicleta en Madrid “era un poco tabú”.
¿Cómo surge la idea de la Guía? ¿Quién te la encarga?
“Me llamaron técnicos del Ayuntamiento porque me conocían por mis trabajos en el mundillo ciclista. En particular, les había gustado un CD que había hecho con Pedalibre acerca de calles tranquilas para circular en bicicleta. Era una época”, recuerda, “en que la bicicleta en Madrid no estaba de moda, no aparecía en los escaparates de ropa. Era muy minoritaria. Fue”, concluye, “un proyecto histórico. Ni ellos sabían si iba a salir”.
¿Cuáles fueron los criterios que se pretendían reflejar?
“Se trataba de cambiar la imagen de la bici en la ciudad como algo lúdico y deportivo para que se convirtiera en un medio de transporte, en una forma útil de moverse por la ciudad. Era importante reflejar muchos sectores de población, niños, mamás con niño, gente que va en traje a trabajar, diferentes tipos de bicicletas…En el aspecto técnico”, explica, “se trataba de que fuera fácil de manejar y que las normas básicas quedaran muy claras”.
Los modelos que utilizó Sr. Sánchez, revolucionarios a la vista del ciclista-tipo madrileño tradicional, fueron tomados, asegura, de su “entorno habitual como ciclista urbano”. Sus nuevos ciclistas, ya urbanos, son rubios, morenos, blancos, negros, hombres, mujeres, jóvenes, ancianos… y en el nuevo entorno, acertadamente visionario, los ciclistas del Sr. Sánchez no llevan casco, se transportan por la calzada y, vaya, no hay atisbo de carril bici. Toda una paradoja si tenemos en cuenta que el otro gran objetivo de la Guía era dar a conocer la red de vías ciclistas.
En lo particular, aunque ya no forma parte de Pedalibre, a Miguel Ángel se le nota orgulloso de tener muchas bicis y practicar todo tipo de ciclismo. Muchos de sus trabajos siguen estando relacionados con la bicicleta y con el medio ambiente, una especialización en la dice encontrarse “encantado”.
Desde el año 2011 ha cambiado mucho el panorama ciclista urbano en Madrid: ¿Cómo sería para Sr. Sánchez la Guía Ciclista de hoy en día?
“La principal diferencia es que hay mucha más gente usando la bici. El Ayuntamiento siempre ha sido reacio a hacer infraestructura ciclista. Cuando se hacen infraestructuras, asegura, los usuarios aumentan y se fomenta el uso en la ciudad. Se ha demostrado que la bicicleta no es un experimento, y la realidad fuerza al Ayuntamiento a adaptarse a la nueva situación. El futuro ya está aquí. Reflejaría eso y”, concluye, “la aparición de BiciMAD”.
Aunque la Guía aparece firmada, en el mundillo ciclista muy poca gente conoce su autoría. Sr. Sánchez asume que el papel del diseñador queda en un segundo plano. “Son los jefes de los jefes los que se ponen las medallas, no se reconoce la labor de los técnicos municipales”, asegura. Aún así, cree que ha puesto “su granito de arena, aunque”, concluye, “hay muchas asociaciones que también han contribuido a crear esta nueva conciencia ciclista”.
Las dos primeras ediciones
La primera “Guía Ciclista de Madrid”, en la que se incluía el plano de las calles tranquilas elaborado por Iván “Villarramblas”, de Enbicipormadrid o el Anillo Verde Ciclista, data de septiembre de 2011 (2500 ejemplares). Contenía, también en inglés, una descripción de los diferentes tipos de vías ciclistas, la normativa de circulación, consejos prácticos para moverse o aparcar la bici, la combinación (aún no se utilizaba el concepto de intermodalidad) con el transporte público y algunos enlaces de interés. Fue elaborada, según explicó la alcaldesa Ana Botella en el Pleno, con la colaboración de Pedalibre, Plataforma Carril Bici Ciudad Lineal, Plataforma Carril Bici Chamberí, Cíclope, Asociación de Viandantes A Pie, Madrid ProBici, Federación Regional de Asociaciones de Vecinos y Madrid en Bici.
La necesidad de esta Guía, en palabras de la concejal socialista Ruth Porta, venía definida porque “la Ordenanza prácticamente no se conocía ni por los ciclistas ni por el resto de usuarios”. Fue presentada por la alcaldesa en marzo de 2012 con motivo del anuncio del que sería el eje ciclista Mayor-Alcalá y aprovechando la nueva señalización de la senda ciclable no separada de Madrid-Río, que ha sido modificada recientemente con la reducción de velocidad a 10km/h.
La segunda edición data del mes de septiembre de 2013 y es la que ha estado vigente hasta el día de hoy. En ella se incluían (“En proyecto pendiente de ejecución”) la ciclocarrilera M-10, una advenediza que acabó convirtiéndose en referente de un nuevo modelo de integración ciclista, o la vía ciclista de la avenida del Mayorazgo. Desde entonces y hasta nuestros días, tres años de injustificable omisión municipal en los que se iba tejiendo en el limbo una tupida red de ciclocarriles-30, unas novedosas vías ciclistas en Las Tablas y Montecarmelo o la red, y posterior ampliación, de BiciMAD.
A destacar la aparición del nuevo plano del Anillo Verde Ciclista en diciembre de 2015, del que informamos en primicia a través de madridenbicicleta.es, en el que, por fin, aparecían todas estas novedades para gozo de los adeptos a los ciclocarriles. Novedades, quién sabe si objeto de culto, que vuelven a quedarse obsoletas con motivo de los nuevos itinerarios que se proyectan.
por @deteibols