Quiero empezar este artículo destacando que yo nunca había cogido una bici eléctrica. Por eso, cuando la gente de Jets Marivent me trajeron la bici, lo primero que hice fue ver qué velocidad cogía de máxima en llano y a cuanto era capaz de subir en las diferentes «velocidades» que trae de asistencia al pedaleo. Ir a 29 km/h sin apenas esfuerzo en llano con una bici de montaña de 19 kg creo que lo dice casi todo.
Así pues, primera toma de contacto y a prepararlo todo para ponerla realmente a prueba en un recorrido de XC clásico: El Soto de Viñuelas, en Tres Cantos. Me aseguré de vaciar la batería el viernes, para cargarla completamente (tardó unas 4 horas) y así poder comprobar la autonomía de la batería. La batería, que pesa nada más y nada menos que 2 kg, va en el cuadro, justo donde se pliega, y se puede o bien extraer para cargarla en casa si guardas la bici en el garaje o trastero, o bien cargar directamente sin sacarla. Porque el cargador se enchufa a cualquier toma de corriente, vamos, como un móvil.
La bici tiene ruedas de 26 pulgadas, así que, comparada con la típica bici urbana plegable, ocupa bastante más espacio, pero por otro lado, nos dará las mismas prestaciones que cualquier otra MTB. En cuanto a equipación, frenos de disco mecánicos, horquilla delantera Suntour XCM de 120 mm bloqueable, tija, sillín, potencia y manillar de Funn (el manillar es un flatbar de 580mm), cuadro de aluminio, cambio y desviador Shimano Acera… Digamos que los componentes no son tope de gama, pero evidentemente, si lo fueran pondría la bici en un precio mucho más elevado, y la intención de Jets Marivent es hacer de esta bicicleta algo asequible, con buena relación calidad precio para llegar a más mercado. Y si vemos los precios que tienen las bicicletas eléctricas, y sus prestaciones, salvo que queramos invertir bastante más dinero no econtraremos prácticamente ninguna otra bici con equipación parecida por este precio. Y es que 1.495 euros es un precio mas que razonable dentro de los precios que encontramos para las bicis eléctricas.
Volviendo a la ruta del sábado, aunque la previsión daba sol, y aunque estemos en Febrero y la temperatura sea baja, sabía que con esta bici me iba a tener que abrigar. Y es que el motor, de 250W que va integrado en la rueda trasera, empuja mucho. Vamos, que la sensación es como la de ir en una moto ligera, entonces el objetivo del ejercicio físico cuando sales a montar en bici pasa a segundo plano. Y cuando más se nota es en subida, puedes mover un desarrollo más grande y vas pidiendo paso. Llaneando por tierra y en descenso se nota menos el empuje del motor, eso si, vas dando la mitad de pedaladas de lo que darías con una bicicleta normal.
Claro, que la pregunta lógica entonces era: ¿y si se me acaba la batería? ¿cómo responde la bici con sus 19 kg? A mitad de recorrido probé a hacer 3 kilómetros por senderos con subidas con la asistencia apagada, y si bien es verdad que iba bastante descansado porque no había gastado apenas fuerzas, tengo que decir que me sorprendió. No noté mucho los 19 kg de peso, así que están bien repartidos por la bici, lleva un 3×8 que si bien con el eléctrico apenas necesitas tocarlo, cuando lo necesitas recuerdas que está ahí y da el juego suficiente para mover la bici con el esfuerzo habitual. En cualquier caso, la batería me aguantó los casi 40 km de la ruta por el Soto de Viñuelas, poco más de 30 km contando el tramo que la apagué, si bien es verdad que fuí jugando mucho con el motor y casi siempre en la quinta marcha apretando la bici todo lo que podía.
¿Qué pegas tiene? Quizá la peor sea la postura. La bici no viene en diferentes tallas, y el haberle montado un manillar de una sola altura te obligan a ir bastante tumbado, y aunque yo estoy acostumbrado a coger la de carretera, los últimos 10 km mi espalda se resentía. Eso si, comentado este punto con Jets Marivent, mi sugerencia es que den la posibilidad de cambiar el flat bar de funn por otro de doble altura, porque esos pocos centímetros que se ganan ayudan bastante.
En definitiva, una bici muy divertida, con la que no hace falta estar en forma para meterte por cualquier ruta de XC y pasar un rato al aire libre disfrutando del campo con amigos… Y si encima tus amigos son de los que salen todos los fines de semana y están mucho más en forma que tu, todavía puedes vacilarles siguiendo su ritmo sin sudar.