Sillines para tu bicicleta: el cielo o el infierno

Tanto cuando empiezas a coger la bici, como cuando ya estás acostumbrado y superas el umbral de los 50 km, uno de los puntos más importantes y de los que se oyen más quejas es precisamente del sillín.

Hay gente que después de coger la bici por primera vez tras 2 meses de inactividad, acaban tan molestos que vuelven a aparcarla otros dos meses, creando un círculo vicioso. Otros buscan sillines de gel, que pueden ser una buena solución, y otros se decantan por sillines anchos y cómodos, a costa de más peso en sus bicis. Empezar diciendo que si alguien va en su bici todos los días, y se siente cómodo, no pretendo cambiar ese hábito ni decir que hace las cosas mal, tan sólo voy a proponer alternativas, desde como se mide correctamente la posición del sillín, pasando por explicar los tipos de sillines que podemos encontrar en el mercado, hasta la última «tecnología» o los llamados sillines «noseless» (sin nariz).

Bien, para encontrar el punto exacto en el que debes situar el sillín en la tija, tienes tres opciones:

  1. Que un profesional lo haga por tí
    Es lógico, ve a una tienda (o busca a algún compañero ciclista profesional) y que te explique exactamente la posición que debe tener un sillín para tí y su porqué. Una vez aprendas, cualquier sillín nuevo lo colocarás siempre bien.
  2. Mídelo en una bici en la que no tengas molestias
    Evidente, aunque las bicis tengan geometrías diferentes (una MTB vs una de carretera, por ejemplo), la posición del sillín apenas varía, si no somos profesionales ni lo notaremos. Debemos medir, por un lado, desde donde se sujeta la biela al cuadro, a lo largo de la tija del sillín y hasta lo más alto del sillín. Y desde el final de la potencia (en la mitad de donde se conecta al manillar) hasta la punta delantera del sillín. Con esas dos medidas, ajusta cualquier sillín nuevo, con pequeñas variaciones. Con las diferentes geometrías notarás que tienes que inclinar un poco más o un poco menos el sillín para respetar una u otra distancia. Ahí está la clave.
  3. Pruébalo antes de comprar
    A muy poca gente se le ocurre preguntar si en la tienda tienen sillines para probar… Y si no es así, tampoco preguntan hasta cuándo tienen de tiempo para devolverlo si es incómodo. Bien, pues ya sabes lo que tienes que hacer la próxima vez que vayas a una tienda. Y si no te dan opciones, busca otra tienda, hay muchas donde seguro que te atenderán correctamente.

Ahora que sabemos cómo debemos ajustar ese nuevo sillín para que no se convierta en un infierno, veamos los tipos diferentes de sillines. Como hay tantas variaciones, estos tipos no son excluyentes, es decir, podemos encontrar sillines comfort y prostáticos, deportivos y prostáticos, comfort y deportivos…

  • Normales
    Entendemos por normales aquellos que no tienen ninguna variación de diseño
  • Prostáticos
    Los sillines prostáticos, especialmente diseñados para hombres, son los que vemos con una hendidura en el centro del sillín a lo largo, justo donde roza con la próstata. No os preocupéis el sillín no es causante de problemas graves en la próstata, pero si puede irritar (y mucho) la zona en combinación con ropa inadecuada o si somos de los que no nos levantamos a menudo.
  • Deportivos
    Diseño más fino, ligero, pensados para mantener una ergonomía correcta durante el pedaleo
  • Comfort
    Suelen tener la parte trasera más ancha, rellenos de gel…
  • Para mujeres
    Para las ciclistas se hacen sillines con la parte trasera más ancha y la parte delantera con un ángulo más cómodo hacia abajo

Sillines en Chain Reaction Cycles

También podemos escoger un sillín por motivos estéticos. Para una bicicleta clásica, para dar un look más retro, agresivo, deportivo… En cualquier caso, no debemos olvidarnos de lo comentado al comienzo del artículo: La comodidad ante todo.

Y para terminar, la última tecnología en sillines: Los sillines sin naríz pivotantes. Me han asegurado que una vez que pruebas uno, aunque la sensación al principio es rara, luego no quieres volver a los sillines normales. Estos están diseñados tanto para hombres como para mujeres, tienen un peso de apenas 270 gramos, y su principio es el apoyo del final del muslo, en una base pivotante, mejorando el pedaleo al no haber impedimento en la zona de las ingles. Cuando damos la pedalada hacia abajo, ese lado del sillín se desplaza hacia atrás ligeramente, dando más apoyo al lado contrario, que está subiendo.

Más información y compra de sillines sin nariz: Nexride

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