Las personas que se trasladan por la vía pública por sus propios medios y a merced de su fuerza física y orgánica es considerado peatón, es decir que peatones somos todos aquellos que caminamos por la vereda o la calle de cualquier pueblo o ciudad y -como tales- tenemos ciertos derechos y prioridades por sobre los otros protagonistas de esta escena vial. Comparaencasa nos muestra dónde comienzan y dónde acaban los derechos del peatón en la vía pública.
La relación entre el tránsito y el peatón se estableció por supuesto luego de la invención de los auto o medios de transporte que excedieran la mera fuerza humana, y fue a partir de ello que las personas que transitan en la vía pública empezaron a verse en desventaja y, lamentablemente, comenzaron a suscitarse accidentes de tránsito.
Bajo estas condiciones, el peatón cuenta con prioridad ya que se encuentra más indefenso que los demás actores en cuanto al tránsito debido a la inferioridad física en comparación a muchos vehículos. Además, está expuesto a factores diversos, entre ellos, las fallas humanas. Sin embargo, de la misma manera que el peatón cuenta con el derecho a la prioridad, también debe conocer las reglas y normas de seguridad que rigen en este medio.
Todos los peatones tienen preferencia de paso aún si estuviesen haciendo mal uso de las vías. Sin embargo, para evitar accidentes debe observar y cumplir con las normas de circulación, ya que el peatón no siempre es víctima de los accidentes sino muchas veces también es el mero causantes de ellos.
El derecho de prioridad de los peatones rige en todo lugar y más aún en donde no haya policía o semáforo regulando el tránsito. De todas maneras, aunque cuenten con prioridad de paso, con relación a los vehículos y bicicletas, deben asegurarse de que no exista peligro o riesgo para su persona.
Por otra parte, así como el peatón debe circular con cautela, el conductor -sea de un auto o de bicicletas- debe tener precaución obligada al acercarse a una zona o franja de seguridad, demarcada o imaginaria, viéndose forzado a reducir la velocidad y a detenerse si el paso de peatones así lo exige. Si en el momento que un peatón cruce la calles se produjera un cambio de señal en el semáforo, el peatón tiene derecho de continuar su marcha hasta completar el cruce, estando obligados las bicicletas y automóviles a respetar este derecho
Autora: Eugenia Ceballos