Hace una semana me llegó un email de esos que no sólo te arrancan una sonrisa, sino que además te alegran el día. En ese email, cargado de buen rollo ciclista, se presentaba Ana, una española, bilbaína para más señas que hace un tiempo emigró a...
Hace una semana me llegó un email de esos que no sólo te arrancan una sonrisa, sino que además te alegran el día. En ese email, cargado de buen rollo ciclista, se presentaba Ana, una española, bilbaína para más señas que hace un tiempo emigró a...