Calle ALCALÁ. ANATOMÍA en VÍDEO de un ACCIDENTE CICLISTA.

Madrid, a 29 de noviembre de 2017.

El pasado día 11 de julio falleció un ciclista en Madrid cuando circulaba con una BiciMAD por el carril bici bidireccional de la calle Alcalá en dirección a la plaza de Cibeles. Según parece, según sostienen fuentes municipales, y a falta de conocer los detalles de la investigación realizada por la Policía de Madrid, Juan José Cristobal fue atropellado por un camión de recogida de cartones que invadió esta vía ciclista segregada sin respetar la prioridad reglamentaria. Desde el día 28 de julio, una bicicleta blanca colocada por los ciclistas un jueves de Bicicrítica recuerda que allí murió uno de los nuestros. He puesto una cámara de vídeo junto a ella para analizar cómo circulamos los ciclistas por ese carril y cómo interaccionan el resto de vehículos. Y he llegado a la conclusión de que ese accidente era evitable y de que hay que erradicar ese punto negro ciclista antes de que vuelva a repetirse.

Bici blanca en recuerdo a Juanjo. Foto Deteibols.

EL «CASO JUAN JOSÉ»

Aunque todos coincidimos, a falta de conocer un informe oficial y a la espera de una sentencia judicial, en que el infractor es el conductor del camión y en que el ciclista tenía la prioridad absoluta, muchos de nosotros estamos convencidos de que este accidente podría haberse evitado y de que esta infraestructura municipal no reune las condiciones mínimas de seguridad vial. A día de hoy, el Ayuntamiento de Madrid no ha movido ni un dedo por reformar un carril bici que sigue, exactamente, en las mismas condiciones en las que se produjo el accidente mortal hace más de cuatro meses. Parece como, si aquí, frente al Palacio de Cibeles, no hubiera pasado nada. En declaraciones a Madridiario, la Delegada Sabanés dijo entonces que todo apuntaba a “graves incidencias” por parte del camionero pero, que este carril bici, hecho por el Partido Popular, estaba “consolidado”.

Si nos atenemos a estas declaraciones y a lo comentado en RRSS, todo parece indicar que la estrategia de los responsables ha sido, nada nuevo bajo el sol, la de cargar de responsabilidad al vil camionero, como suele hacerse con el piloto y con el maquinista. Y, por otra parte, sospecho que la consiguiente inacción municipal -incluidos los Grupos- pretende evitar cualquier atisbo de una posible responsabilidad patrimonial, doble, por tratarse de una BiciMAD, antes de que haya una sentencia o acuerdo extra-judicial que, en mi opinión, entra dentro de lo posible. Y todo ello teniendo en cuenta que los que toman estas decisiones han tenido acceso al informe de la Policía de Madrid, a las declaraciones del camionero y, muy posiblemente, a alguna grabación en vídeo de los edificios colindantes como pudiera ser el Banco de España. Lo saben todo y, qué cosas, tienen las manos quietas.

El actor Emilio Gaviria circulando con su bicicleta hecha a la medida. Foto: Deteibols.

Por si fuera poco, sería de una boludez supina reducir este desgraciado accidente a un asunto puramente técnico o de responsabilidad civil. El «caso Juan José” no sólo no ha puesto en cuestión la seguridad de todos los carriles bici de Madrid, sino que también pone en tela de juicio el carril bici estrella de Ahora Madrid, el de la calle Santa Engracia, también bidireccional como el de la calle Alcalá. Esta circunstancia política, coyuntural, esta huida hacia adelante, está consiguiendo adormilar las reacciones de la caverna carrilbicista en detrimento de la seguridad de los ciclistas y, por añadidura, sigue contando con un apoyo mediático que organiza, cada vez que es necesario, bici-marchas a los cerros de Úbeda, provincia de Jaén. No sería justo si no reconociera que este accidente, en sede carrilbicista, está cargando de argumentos a los denominados ciclistas vehículares, entre los que me encuentro, y a los rivales políticos que se columpian con nosotros.

Nota: La fecha correcta del accidente está equivocada. Se produjo el 11 de julio de 2017.

Desde un primer momento, pedí a través de diversos medios que el Ayuntamiento de Madrid diera explicaciones oficiales y/o tomara algún tipo de medida y, como quiera que no se atendieron mis peticiones, continué mi reclamación por Registro (ver foto). Sigo sin recibir respuesta. Los ciudadanos ciclistas urbanos tenemos que saber cómo se producen estos accidentes ciclistas mortales, primero, por derecho, y segundo, por si fuera necesario o posible tomar medidas para que no vuelvan a suceder. Cuando sucedió el fallecimiento de Javier Vela frente a la estación de BiciMAD, del que acaba de salir la sentencia, el nuevo gobierno de Ahora Madrid hizo lo correcto. Nos reunió a todos, nos escuchó y propuso una serie de medidas, más o menos acertadas, más o menos cumplidas. Ahora, calla. Los ciclistas urbanos de Madrid merecemos tener más peso específico en las decisiones que nos afectan y conseguir que estos accidentes sigan un protocolo de transparencia. Para la próxima reunión de la todavía en pañales Coordinadora de Asociaciones Ciclistas/Coordinadora Ciclista de Madrid, he solicitado el apoyo del colectivo en base al principal objetivo que nos une, la defensa del ciclista. Si no nos defendemos nosotros como ciudadanos ciclistas, en el carril bici o en la calzada libre, no nos va a defender nadie.

Los autobuses turísticos facilitan la bajada de los viajeros en pleno carril bici.

ANTECEDENTES

El carril bici de “doble sentido”, en dónde se produjo el accidente, forma parte del denominado Eje Mayor-Alcalá y fue construido a finales del año 2012 (Ana Botella), despertando desde un primer momento el rechazo de las asociaciones ciclistas que, tentadora costumbre, no habían sido consultadas. En declaraciones a Madridiario   Iñaki Díaz de Etura (Pedalibre) ya señalaba que “se arrincona a la bici a un lado de la calle para que no moleste a los vehículos (sic)” y Villarramblas (Iván Villarubia/Enbicipormadrid) que los cruces eran “peligrosos” porque “ni los ciclistas ni los vehículos tienen buena visibilidad al hacer los giros”. También criticaron que fuera de uso obligado. A día de hoy, ya sin el Partido Popular en el gobierno municipal, Ahora Madrid, sigue sin retirar, a pesar de las promesas, la señal r-407-a que estipula esta obligación.

Eje Mayor-Alcalá. Año 2012. Fuente: Ayuntamiento de Madrid.
Fuente: Ayuntamiento de Madrid. A la izquierda, la configuración del cruce con la marquesina de los autobuses.
Aquí termina la obligación legal de hacer uso de ese carril bici. Foto Deteibols.

Por su parte, la concejala del Grupo Socialista Ruth Porta criticó en estos términos que reproducimos “la parte estrella del proyecto”, el bidireccional.

«Y hablando de Alcalá, sinceramente, que es la parte estrella del proyecto, yo creo que ahí eso es una «absurdez». Yo sé que absurdez no existe, que es un palabro, pero lo quiero utilizar por no utilizar otra cosa que acaba en “ez” y que puede resultar más ofensiva, pero ahí hay que revisarlo absolutamente, hay barbaridades. Mire, precisamente, en la calle más ancha de todo el proyecto, en la más ancha, la más amplia de todo el recorrido, se obliga a los ciclistas, no sin ciertas dificultades —porque lo de Cibeles para entrar en el carril es espectacular—, a circular por un carril doble que además se sube a la acera justo en las paradas de los autobuses —lo que hemos repudiado siempre porque se crean unas dársenas nuevas—, que además tiene graves problemas de riesgo porque en un momento determinado el carril va pegado a la salida del parking de Sevilla. Y para resolver el riesgo ustedes ponen un espejo cóncavo, para que le vea al ciclista el coche, ¡por favor!, es decir, es peligrosísimo. No hay ninguna visibilidad en la salida de ese parking. Bueno, y un carril además que obliga a los ciclistas a circular en el sentido contrario al que van los vehículos empeorando las condiciones actuales en las que se manejan. Luego no parece tener sentido».

Acceso al carril bici por calle Marqués de Casa Riera. Foto y vídeo Deteibols.

Al margen de todas estas consideraciones, en los inicios y con una clara intención política, respectivamente, en la práctica diaria todos los ciclistas urbanos de Madrid coincidíamos en que los cruces de este carril bici con las calles Marqués de Cubas y con la anterior Marqués de Casa Riera eran dos puntos negros, muy negros. Ya dejó constancia de ello con un completo análisis y un formidable reportaje fotográfico el tuitero @Juarkord en abril de 2016, pero era vox pópuli desde el primer día. Tanto, que a pesar de la obligación, muchos de nosotros no lo utilizábamos en bajada por el riesgo evidente, ni en subida, por el estrambótico enlace que se creó en Cibeles para acceder a él desde la bajada de la Puerta de Alcalá. Uno no entiende como se permiten estas cosas en el mismo centro de Madrid, ni en ningún otro sitio. Uno no entiende cómo se pueden defender, sin sonrojarse, este tipo de engendros ciclistas. Uno, no concibe cómo se falta tanto el respeto al ciudadano ciclista.

Artículo de @Juarkord.

EL ANÁLISIS

Con el triple objetivo de defender al ciclista, de reformar/quitar la instalación y de exigir responsabilidades a quien las tenga, si las tuviere, he realizado un análisis en vídeo, puramente divulgativo, de las circunstancias habituales en que los ciclistas nos desplazamos por ese carril bici. He puesto la cámara al servicio del activismo y os he grabado a vosotros, a los peatones y al resto de vehículos que interaccionan en esa vía. Os he observado con mucha atención. Me he fijado en como son los flujos circulatorios y cómo se realizan los giros, hacia dónde miran y cómo, directamente, no miran. Tres días, dos por la mañana y uno por la tarde a la hora aproximada del accidente, y más de diez horas de grabación resumidas y argumentadas en siete vídeos. Tenéis que veros. Quiero mostraros que es lo que pasa cuando circuláis y cuando no circuláis por ese carril bici. Cómo os comportáis y como se comportan ellos.

En mi opinión, y después de haber analizado los vídeos una y otra vez, los aspectos negativos del escenario en donde se produjo este accidente son los siguientes:

  • El carril bici en sentido Cibeles tiene una pendiente que favorece una circulación muy rápida por parte de los ciclistas. La capacidad de reacción y la distancia de frenado ante una invasión del carril son mucho menores que en subida. Las consecuencias de golpear frontalmente contra un vehículo que bloquee la vía, bien por golpeo de cabeza/cuello o bien cayendo debajo de sus ruedas, son mortales. Por descontado, un atropello lateral, también podría traer nefastas consecuencias. El tráfico de camiones y furgonetas es, como vemos en los vídeos, elevadísimo. Muchos de ellos pasan varias veces hasta que encuentran sitio para descargar.
  • La marquesina de los autobuses (siete líneas de EMT y los autobuses turísticos) impide ver a los vehículos que circulan por la izquierda y sus indicaciones de giro para estar prevenidos. Con los autobuses parados, resulta imposible reaccionar cuando un vehículo invade el carril bici desde el segundo o tercer carril. El único acceso a los autobuses por parte de los peatones se realiza cruzando y deambulando por la vía ciclista. No hay paso peatonal señalizado y hay un vallado que impide un cruce más directo. Los peatones, corren hacia el autobús sin tener en cuenta el sentido del tráfico ciclista. Riesgo de atropello a peatones o de caída por intentar esquivarlos.
  • La marquesina de los autobuses impide a los conductores ver a los ciclistas a la hora de realizar el giro. En muchas ocasiones, les sorprende, y frenan. Otras, ni se enteran. He observado que apenas miran de reojo porque es complicado torcer el cuello. El espejo lateral derecho no alcanza a ver a los ciclistas. En las furgonetas, el copiloto se encarga en muchas ocasiones mirar por el conductor y dar el ok. Muy pocos miran al espejo que tienen arriba, sobre la bicicleta blanca. Cuando está aparcado el autobús, no se ve la señal P-22 de peligro por tránsito de ciclistas. Incluso, sin estar aparcado el bus, al ser un carril bus, los vehículos atraviesan dos carriles de golpe, casi en ángulo recto. Hace falta mucha pericia o conocer el terreno, teniendo en cuenta que los ciclistas pueden venir en los dos sentidos, para realizar la maniobra.
  • El paso de peatones de la calle Marqués de Riscal/Alcalá, muy transitado por ser zona turística, provoca en muchas ocasiones la interrupción de los motorizados en pleno carril bici. A veces, durante casi un minuto. Impide la visibilidad y dificulta las maniobras de los ciclistas. Cuando se hace el giro, los conductores miran al paso de peatones, no a su derecha. Con todo, lo peor que le puede ocurrir al ciclista es que el paso de peatones esté expedito, ya que el motorizado aprovecha para pasar del tirón.

He llegado a la conclusión de que ese accidente ciclista puede volver a repetirse, incluso con las mismas consecuencias si la bicicleta no frena bien, se circula relajado, da el sol de cara o el ciclista coincide con el conductor en el momento inadecuado. Es una cuestión de suerte y de dramáticas coincidencias. Con mucha frecuencia, y muchas veces de manera involuntaria, los conductores infringen la preferencia de paso de los ciclistas. En la práctica, tal y como está colocado y diseñado el viario, he podido comprobar que es muy difícil respetar nuestra preferencia. También he llegado a la conclusión de que, estando el carril bici dónde está, siendo bi-direccional y estando esa anti-natural marquesina, es imposible encontrar una solución técnica que reduzca el riesgo de accidente de manera considerable. Desde mi ignorancia en la materia, propongo clausurarlo de manera preventiva hasta que se aborde cualquier tipo de milagro técnico. Y si no quiere dios que así sea, quitarlo.

LOS SIETE VÍDEOS

Uno. El escenario.

Dos. Lo que hacemos los ciclistas.

Tres. Lo que hacen algunos motoristas.

Cuatro. Los segways…que van al Retiro.

Cinco. Desde el punto de vista del ciclista.

Seis. Lo que hacen los motorizados.

Siete. Conatos de accidentes.

Por Deteibols

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