Del asfalto madrileño a la piscina tinerfeña

Del asfalto madrileño a la piscina tinerfeña
  1. Ventajas
  2. Y además…

Hasta ahora, siempre me había considerado un purista de la bicicleta: la sensación del viento en la cara, los paisajes, el asfalto de Madrid bajo las ruedas, la sensación de libertad mientras te desplazas por la ciudad… Pero entonces, en mis vacaciones, fui a Tenerife. Y el hotel en el que me alojaba ofrecía algo que nunca había visto: ¡Aquabike!

Pool biking en Tenerife, decía el folleto con letras brillantes y fotos de personas sonriendo mientras pedaleaban en el agua. Al principio pensé que era una broma, ¿bicicletas en el agua? Pero la curiosidad, el «mono» de pedaleo y mi pasión por la bici me impulsaron a decir: «¿Y por qué no?».

Cuando llego y veo la bicicleta estática metida en la piscina, me eché a reír. Estoy tan acostumbrado a la bici de carretera que no pude evitar pensar que la situación era un poco ridícula. Pero ahí estaba yo, en bañador, mentalizado y con ganas de meterme al agua.

Subirme a la bicicleta fue la primera sorpresa. El agua me llegaba a la cintura y, con cada movimiento, creaba resistencia. Comencé a pedalear lentamente, sintiendo la extrañeza de no tener gravedad, sin rodar sobre el asfalto. Como en una bici estática pero a cámara lenta. Pero a medida que ganaba velocidad, el agua se convertía en mi aliada, ofreciéndome resistencia y a la vez un masaje constante.

Lo sorprendente del aquabike en Tenerife es que combina lo mejor de dos mundos. Por un lado, sientes la resistencia constante del agua, lo que te da un entrenamiento intensivo sin el impacto articular de otras actividades. Y por otro, la sensación de estar en el agua es refrescante y relajante, especialmente bajo el cálido sol tinerfeño.

En medio de la clase, cuando todos estábamos jadeando y riendo, recordé por qué amaba la bicicleta. Es una actividad que te permite desafiarte a ti mismo, conectar con tu cuerpo y, en este caso, también con la dificultad añadida de pedalear en el elemento acuático.

Ventajas

Entonces, ¿cuáles son las ventajas de esta actividad? ¡Vamos a ello!

  1. Entrenamiento de bajo impacto: A diferencia de correr o montar en bicicleta en carretera, el agua absorbe el impacto, cuidando tus articulaciones.
  2. Fortalecimiento muscular: La resistencia del agua te obliga a trabajar más duro, fortaleciendo y tonificando tus músculos.
  3. Diversión asegurada: Es una actividad diferente, divertida y refrescante, ideal para los días de calor en Tenerife.
  4. Socialización: A menudo, las clases de aquabike son en grupo, lo que te permite conocer a otras personas, compartiendo risas y esfuerzos.

Y además…

  • Equilibrio: Al principio, mantenerse en el sillín y la postura en el agua es complicado, pero en seguida te haces a ese «equilibrio».
  • Resistencia: Si no estás acostumbrado a hacer ejercicio en el agua, es posible que te canses más rápido. Lo importante es aprender a dosificar.

En resumen, mi aventura con el Aquabike ha sido toda una experiencia. He descubierto una manera nueva de disfrutar de la bicicleta, ha sido un reto físico (estoy seguro de que este entrenamiento te pone bastante fuerte si lo practicas con regularidad) y me ha ofrecido un entrenamiento refrescante bajo el sol. Si alguna vez te encuentras con la posibilidad de practicar aquabike, ¡dale una oportunidad! ¡Es una experiencia que no te puedes perder!

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